Tormenta postelectoral
Los resultados oficiales de las elecciones del domingo y la reacción de la oposición, que los desconoció, configuran un panorama de crispaciones en aumento.
Y es que si bien la victoria de Maduro era esperada, lo sorpresa estuvo, por un lado, en los pocos votos por los que ganó (234 mil 935) y, por otro, en el desconocimiento de la oposición.
Sandra de Miguel Sanz
Los resultados oficiales de las elecciones del domingo y la reacción de la oposición, que los desconoció, configuran un panorama de crispaciones en aumento.
Y es que si bien la victoria de Maduro era esperada, lo sorpresa estuvo, por un lado, en los pocos votos por los que ganó (234 mil 935) y, por otro, en el desconocimiento de la oposición.
En cuanto a lo primero, contrastó con el fenómeno que se desató tras la muerte de Chávez. Si se compara el porcentaje de la victoria de Maduro (50.66 por ciento) con el de las primeras elecciones que ganó el expresidente fallecido Hugo Chávez (56.5 por ciento), con el de los comicios del 2000 (59.76 por ciento) o con los del pasado octubre, cuando Chávez derrotó a Capriles por un margen de 11 puntos, se observa un retroceso.
En cuanto a lo segundo, Capriles solicitó desde el domingo el recuento voto por voto. Aunque Maduro dijo, según reportó la AP, que no tenía problemas en que se abrieran el 100 por ciento de las cajas y en que se hiciera una auditoría –la ley electoral del país no reconoce explícitamente un “reconteo” pero si una “auditoría ciudadana” que abriría todas las cajas pero sólo revisaría el acta que recoge la totalidad de votos– aún no se ha confirmado que tal cosa se hará y Diosdado Cabello dijo ayer, según el periódico El Nacional, que la solicitud de Capriles era un “caprichito” y que el conteo ya se había hecho el domingo.
Pero la tensión aumentó más cuando Capriles dijo en una rueda de prensa que si Maduro se proclamaba presidente, se convertiría en presidente “espurio” y tendría que enfrentarse a marchas que se dirigirían hacia las oficinas locales de las autoridades electorales y a las que él mismo acudiría el miércoles.
El jefe de campaña de Maduro, Jorge Rodríguez, interpretó estas palabras como una provocación que podría desembocar en violencia.
Por su parte, el jefe del comando estratégico de fuerza armada, Wilmer Barrientos, dijo “Que algunos venezolanos salgan y se planten frente al Consejo Nacional Electoral y hagan su reclamo pacifico, bienvenido porque estamos en democracia; pero que no lo hagan en un escenario de violencia”. Por lo tanto, de nuevo Venezuela está sumida en la incertidumbre.
En las primeras palabras que pronunció el presidente electo, este declaró que “Hoy podemos decir que tenemos un triunfo electoral justo, legal, constitucional, popular” después de una “guerra psicológica y electrónica contra un pueblo” que “ha sabido enfrentar esa guerra”.
Si no se suspende la proclamación, la juramentación se realizará el viernes y Maduro gobernará los próximos 6 años.
A las 5.00 horas de la tarde de ayer el Consejo Electoral no se había pronunciado sobre la petición del recuento, según reportó también la AP, pero uno de sus miembros lo pidió la noche del domingo.