‘Total abuso de poder’
Siete agentes rodearon a David Miranda por nueve horas en una oficina del aeropuerto londinense de Heathrow; lo retuvieron el máximo de horas permitido bajo el amparo de la Ley de Terrorismo de Gran Bretaña.
La detención ocurrió el domingo pasado, pero no fue hasta ayer que Miranda concedió a The Guardian la primera entrevista para hablar sobre lo ocurrido.
Predeterminado del sitioSiete agentes rodearon a David Miranda por nueve horas en una oficina del aeropuerto londinense de Heathrow; lo retuvieron el máximo de horas permitido bajo el amparo de la Ley de Terrorismo de Gran Bretaña.
La detención ocurrió el domingo pasado, pero no fue hasta ayer que Miranda concedió a The Guardian la primera entrevista para hablar sobre lo ocurrido.
La policía de Londres le preguntó por su pareja –el periodista estadounidense Glenn Greenwald–, quien hizo público el sistema de espionaje comandado por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), basado en revelaciones y documentos filtrados por Edward Snowden.
El interrogatorio también incluyó al propio exempleado de la CIA y a Laura Poitras, cineasta con la que se había reunido en Alemania, horas antes de ser detenido.
El compañero de Greenwald y ciudadano brasileño se dirigía a Río de Janeiro, donde ambos residen.
Hecho ‘injustificable’
“Ellos me amenazaban todo el tiempo, diciendo que me encarcelarían si no cooperaba”, dijo Miranda a The Guardian.
“Me hicieron decirles las contraseñas de mi computadora y teléfono móvil”, agregó.
El brasileño acusó a Gran Bretaña de “total abuso de poder” y dijo que las autoridades habían actuado con el consentimiento de Estados Unidos para intimidarlo.
Antes de que declarara, Greenwald ya había adelantado: “Obviamente tenían cero sospecha de que David estuviera asociado con una organización terrorista o involucrado en un complot, se dedicaron a interrogarlo acerca de los reportes de la NSA que Poitras, The Guardian y yo estamos haciendo”.
El gobierno de Brasil calificó de “injustificable” la detención.
“Es absolutamente improbable que David Michael Miranda, un ciudadano brasileño que transitó por Londres, haya sido detenido al azar, dado el papel que su marido ha desempeñado en revelar la verdad sobre el carácter ilegal de la vigilancia de la NSA”, dijo ayer un representante de Amnistía Internacional.