Agentes del combate antidrogas de Estados Unidos han dicho estar “casi seguros” de que las metanfetaminas de Irán confiscadas fueron fabricadas por químicos profesionales en laboratorios con grado farmacéutico.
Y no estamos hablando de la popular serie de televisión norteamericana “Breaking Bad”, donde un profesor de química decide dedicarse a la manufactura de drogas sintéticas.
Es la válvula de escape que muchos iraníes han recurrido ante los sanciones económicas impuestas por la Unión Europea y el gobierno estadounidense.
Y es que, luego de los bloqueos al crudo de Irán, la situación financiera del país se encuentra en un precario nivel.
Ante la falta de dinero, la fabricación y trasiego de drogas han sido la solución para algunos.
Los castigos impuestos por occidente a Irán en miras a evitar que desarrolle tecnología que facilite la creación de armas nucleares han tenido un efecto colateral.
Autoridades informaron que existe un récord en el registro de producción de drogas sintéticas provenientes del territorio persa.
No obstante, los iraníes no desoncen el tema en absoluto.
Poseen un historial de ser uno de los países con mayor porcentaje de adicción a drogas como el opio.
De igual manera, cuentan con una red de tráfico en la que participan la Fuerza Quds de Irán, el cual es un equipo de élite de la Guardia de la Revolución Islámica.
A la Fuerza Quds se le suma Hezbolláh, grupo armado con base en Líbano, quienes trabajan en conjunto para sacar la droga del país.
Joby Warrick del Washington Post reportó lo anterior, además de que oficiales de inteligencia en Europa y el Sudeste Asiático han observado la llegada masiva de metanfetaminas de alta calidad cuya pista inicia en Irán.
Y al igual que en los países latinoamericanos, donde el tráfico de drogas es aprovechado como una manera de obtener ingresos, la violencia ha brotado en territorio iraní.
En la región del Cáucaso, principalmente Irán y Azerbaiyán, se han registrado brotes violentos relacionados con grupos delictivos dedicados a los narcóticos.
A Hezbolláh y diferentes grupos de élite islámicos se le agregan organizaciones criminales de Turquía, Rusia y Asia Central, quienes también son cómplices del narcotráfico.
La metanfetamina iraní es calificada por su composición como “excepcionalmente pura”, lo que representa un valor agregado para quienes la comercian.