La presión internacional, así como las críticas que se hicieron escuchar desde el interior de los Estados Unidos, incluso de parte del partido republicano, provocaron que Donald Trump tomara cartas en el asunto y firmara una orden ejecutiva para que los niños migrantes que crucen la frontera de forma ilegal, ya no sean separados de sus familias.
Todo comenzó con la publicación de audios, fotografías y videos, en los que se evidenciaba que niños desde los 4 años permanecían enjaulados y sin compañía de sus familiares, en centros de detención improvisados, en los que autoridades de Estados Unidos ignoraban el llanto y los gritos desesperados de los menores, quienes sólo pedían reunirse con sus padres.
Las imágenes dieron la vuelta al mundo y provocaron indignación, por lo que la reacción de Trump fue firmar una orden ejecutiva en la que, aparentemente, se ordena a las autoridades migratorias que las familias detenidas al cruzar la frontera, sean detenidas junto a sus hijos en centros de detención como los que fueron exhibidos en las polémicas imágenes.
En pocas palabras, la orden ejecutiva de Trump contempla que ahora sean enjauladas familias completas y no sólo los menores.
Sin embargo, existen huecos dentro del texto que firmó Donald Trump y esa orden ejecutiva abre el riesgo de desatar otra crisis con familias detenidas por tiempo indefinido, de acuerdo con la interpretación de la Coalición de Inmigrantes de Florida (CIF).
“Lo que el presidente está proponiendo va a empeorar el problema, porque ahora vamos a tener familias completas detenidas en estos centros”, dijo en entrevista para Notimex Melissa Taveras, portavoz de la CIF.
Otra preocupación es saber qué pasará con los niños que ya están separados de sus padres, ya que diversas organizaciones advierten que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés), retuvo a los menores sin tener un registro exacto de la ubicación de sus padres, por lo que encontrarlos y reunirlos será un problema.
Además, dentro de la orden no se establecen procedimientos para que esto suceda, por lo que los pequeños que aparecen en los videos y las fotografías corren el riesgo de permanecer en las mismas condiciones, hasta que alguien reclame su custodia.
Sobre la orden de permanecer a las familias juntas, aunque así lo haya anunciado Trump, la realidad es que el documento que firmó habla de dos condicionantes para que esto suceda: “cuando corresponda” y donde existan “recursos disponibles”.
Esas dos frases carecen de exactitud y dan lugar a que se apliquen de acuerdo a interpretaciones, pero dejan claro que las familias que obtengan este beneficio no serán todas.
El espacio en el que los migrantes podrán ser retenidos es otro tema que no queda claro en la orden ejecutiva, y podría ser un factor para que los niños sigan siendo separados de sus familias; de acuerdo con información publicada por Político, ICE actualmente opera tres centros de detención familiar: el Centro Residencial Berks Family, en el Condado de Berks, Pennsylvania; el Centro Residencial del Condado de Karnes, en Karnes City, Texas; y el Centro Residencial Familiar South Texas en Dilley, Texas.
La instalación de Dilley tiene la capacidad más grande, con espacio para 2 mil 400 detenidos. Por su parte, Karnes puede albergar a 830 detenidos, y Berks tiene espacio para 96 detenidos. Actualmente, los espacios libres dentro de esos lugares comienzas a escasear, y se llenarán con más rapidez cuando lleguen las familias completas.
Para resolver esta situación, el gobierno de los Estados Unidos deberá construir o adaptar nuevos centros de detención; sin embargo, esta medida no está contemplada en la orden ejecutiva de Donald Trump.
