Una estudiante fue descrita como “lesbiana calva y morena”. Otro estudiante fue blanco de teóricos de la conspiración, quienes dijeron que se trataba en realidad de un actor. Cuando un grupo de estudiantes posaron para una foto, fueron acusados de atraer la atención de las cámaras y “celebrar como estrellas de rock”.
Apenas días después de ver a compañeros de escuela morir en las aulas, sobrevivientes de la masacre en una escuela secundaria en Florida sufrieron un tipo diferente de ataque, esta vez de provocadores en la internet que amenazaron a los adolescentes que estaban pidiendo leyes más estrictas de control de armas de fuego en Estados Unidos.
Ante esos ataques, los estudiantes no se han amilanado, confrontando a los provocadores frontalmente en entrevistas televisivas y en medios sociales.
“Ellos nos ven como una amenaza. Y, honestamente, eso es algo divertido para mí. Y me gusta porque significa que lo que estamos haciendo funciona. Estamos cambiando el mundo”, dijo el estudiante David Hogg en declaraciones a la MSNBC el miércoles en una protesta en las afueras del Capitolio de Florida.
Algunos conservadores han insinuado que los adolescentes están siendo utilizados como peones políticos, pero los provocadores más crueles van más allá, a ataques personales y acusaciones sin base.
Hogg fue sujeto quizás de la más extravagante teoría de conspiración que haya surgido desde el ataque del 14 de febrero contra la Escuela Secundaria Marjory Stoneman Douglas, en la que murieron 17 personas. Fue acusado de ser un actor que nunca estuvo en la escuela.
La teoría ganó impulso en parte porque Hogg fue entrevistado por un reportero el año pasado cuando estaba de vacaciones en California. En ese viaje, fue testigo de la disputa de un amigo con un salvavidas. El hijo del presidente Donald Trump, Donald Trump Jr., marcó con “me gusta” un tuit que tenía un enlace con una historia que insinuaba que Hogg no era sobreviviente del ataque.
Pero Hogg no es un actor. Él grabó un video de estudiantes horrorizados ocultos en una habitación oscura el día del tiroteo. Sus compañeros de aula respondieron a los provocadores con sarcasmo, diciendo que su compañero era “inteligente, cómico, diligente, pero sobre todo, un delincuente de 26 años en California”.
Otros aprovecharon un comentario de Hogg de que su padre trabajó para el FBI como forma de desacreditarlo. El FBI ha reconocido que agentes del buró recibieron un aviso sobre el sospechoso Nikolas Cruz, pero no lo investigaron.