La idea de deportar a personas indocumentadas de su país no está por ahora en los planes del presidente de Estados Unidos, Donald Trump; sin embargo, puede serlo en dos semanas, si la mayoría demócrata y republicana no llega a un acuerdo al respecto.
El jefe de Estado norteamericano informó este fin de semana que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) expulsaría a todo aquél ciudadano ilegal de su nación, pero la representante demócrata Nancy Pelosi, declaró que esa era una estrategia sin corazón.
“A solicitud de los demócratas, he demorado el proceso de deportación durante dos semanas para ver si los demócratas y los republicanos pueden reunirse y encontrar una solución a los problemas de asilo y escapatoria en la frontera sur. Si no, ¡comienzan las deportaciones!”, escribió ayer Trump en su cuenta de Twitter.
El mandatario aseguró que quería darle a sus opositores políticos todas las oportunidades posibles para negociar rápidamente cambios simples en lo que se refiere a la frontera sur de su país, pues, agregó, eso arreglaría la problemática social que existe con México y Centroamérica.
“Probablemente no suceda (el acuerdo entre republicanos y demócratas), pero vale la pena intentarlo”, estableció el magnate
Antes del comentario de Pelosi respecto a la orden de Trump, el ICE comenzaría a deportar a inmigrantes desde ayer, en 10 ciudades estadounidenses.
El planteamiento de Trump de desalojar a los inmigrantes se dio luego de que comenzó su campaña a la reelección a la presidencia de Estados Unidos. Esta propuesta en contra de las personas ilegales ha existido en su política desde 2016.