El presidente Donald Trump se pronunció este jueves a favor de la pena de muerte para los narcotraficantes, pues dijo el problema de las drogas nunca será resulto sin una muestra de fortaleza por parte del gobierno de los Estados Unidos.
Trump indicó que países que son más duros con los narcotraficantes tienene menos problemas con las drogas. El mandatario aseguró conocer la respuesta al problema de las drogas, pero dijo no estar seguro si el país está listo para eso.
Estos son los comentarios más explícitos que ha hecho Trump sobre el tema, aunque previamente había aplaudido políticas similares como la del gobierno de Rodrigo Duterte en Filipinas, quien ha encabezado una serie de ejecuciones extrajudiciales contra narcotraficantes y adictos.
El presidente realizó las declaraciones en el marco de la cumbre de la Casa Blanca sobre la epidemia de opiáceos. Trump insistió que los narcotraficantes matan a cientos de personas, pero la mayoría nunca pisa la cárcel.
“Sabes, si disparas contra un persona te dan la pena de muerte. Estas personas (los traficantes) pueden matar a 2 mil 0 3 mil personas y no les pasa nada”, declaró el mandatario.
“Algunos países tienen una pena muy, muy dura, la máxima pena. Y, por cierto, tienen mucho menos problema de drogas que nosotros”, continuó Trump. “Entonces vamos a tener que ser muy fuertes en las penas”.
Trump también sostuvo la posibilidad de iniciar demandas federales contra fabricantes y distribuidores de opiáceos y dijo que su administración “lanzará una política” sobre los opiáceos en las próximas semanas que será “muy, muy fuerte”. Ni él ni sus ayudantes proporcionaron ningún detalle.
Trump dijo que había hablado con el fiscal general Jeff Sessions para demandar a los fabricantes de opioides. Sesiones anunció esta semana que el Departamento de Justicia apoyará a los funcionarios locales en cientos de demandas contra fabricantes y distribuidores de opiáceos.
Dirigiéndose a posibles litigios federales, Trump dijo: “Creo que es muy importante porque muchos estados lo están haciendo, pero sigo diciendo, si los estados lo están haciendo, ‘¿Por qué no lo está haciendo el gobierno federal?’ Entonces eso sucederá. Entonces eso sucederá “.
La esposa de Trump, Melania, abrió la cumbre. Ella dijo que muchas personas están sufriendo a sus seres queridos perdidos por la crisis de opiáceos y que “tenemos que cambiar eso”.
Leyó una carta de Betty Henderson, una mujer de Florida que perdió a su hijo de 29 años, Billy, por drogas en septiembre pasado. Henderson apeló a la Sra. Trump por ayuda “para reclamar estas almas perdidas antes de que las drogas los lleven de esta tierra”.
Los opiáceos, incluidos los opiáceos recetados, la heroína y el fentanilo, mataron a más de 42,000 personas en este país en 2016, más que cualquier año registrado, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Trump ha declarado que luchar contra la epidemia de opioides es una prioridad para su administración, pero los críticos dicen que el esfuerzo se ha quedado corto.