Trump contra la prensa como en regímenes autoritarios
La periodista Melissa Chan compara la actitud de Trump con la situación de represión que ella experimentó en China. El escritor Dustin Giebel reemplaza a Lenin por el republicano en la famosa pintura 'Lenin proclama el poder soviético en el Instituto Smolny'
Mariana RecamierEl presidente estadounidense Donald Trump no deja de criticar a la prensa e impedir que realice su trabajo como defensora de la democracia y la libertad de información.
Ante esto, periodistas de otros países comparan a Estados Unidos con otras naciones o regímenes que reprimen u ofrecen menos libertad a los medios de comunicación.
Melissa Chan, una reportera de asuntos nacionales y extranjeros con sede en Berlín, publicó un artículo en The Washington Post en el que compara la actitud de Trump con la situación que ella experimentó en China.
La periodista que es colaboradora en el Global Reporting Center escribe sobre las consecuencias de la represión a los medios en ‘I was an out-of-line reporter in China. Like Jim Acosta, I paid a price for it’.
La corresponsal hace referencia al video en el que su colega Jim Acosta enfrenta a Trump. En conferencia de prensa, el periodista cuestionó el uso del presidente de la palabra “invasión” para describir a la caravana de migrantes que se dirige hasta la frontera con Estados Unidos y el republicano decidió ignorarlo.
El corresponsal de la Casa Blanca de CNN intentó cambiar de tema y preguntarle sobre la investigación para determinar el papel de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016. El mandatario le ordenó que se detuviera porque había concluido su turno y le pidió que se sentara.
“CNN debería avergonzarse de que trabajes para ellos. Eres una persona terriblemente grosera. No deberías estar trabajando para CNN (…) cuando ustedes divulgan noticias falsas, algo que CNN hace bastante, ustedes son los enemigos del pueblo”, dijo Trump.
Sin embargo, Acosta persistió y una interna de la Casa Blanca intentó quitarle el micrófono, pero el periodista no se lo entregó y fue acusado de tratarla de manera “horrible” por la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
Fue ella quien horas más tarde informó en Twitter que le sería retirada la credencial a Acosta porque, argumentó, el gobierno estadounidense no tolera que un reportero le ponga las manos encima a una joven que está tratando de hacer su trabajo.
We stand by our decision to revoke this individual’s hard pass. We will not tolerate the inappropriate behavior clearly documented in this video. pic.twitter.com/T8X1Ng912y
— Sarah Sanders (@PressSec) 8 de noviembre de 2018
“El incidente me recordó a algunas de las experiencias que tuve en las conferencias de prensa chinas durante mis cinco años en Beijing. Los funcionarios mentían con una cara seria, pero incluso los servidores públicos chinos no se hundieron hasta las profundidades que la secretaria de prensa Sarah Sanders hizo la semana pasada al compartir un video para evidenciar a un Acosta presuntamente agresivo”, escribe Chan en su artículo.
Agrega que como alguien que tenía sus credenciales de prensa negadas por China, un país que califica como autoritario, nunca pensó que vería a Estados Unidos revocar la entrada de un reportero a la Casa Blanca.
“Ha pintado a Acosta como excepcionalmente agresivo… La imagen del reportero fuera de línea era la narrativa exacta que los medios estatales chinos propagaron sobre mí cuando fui expulsada. Es una táctica efectiva porque el mejor tipo de propaganda tiene algo de verdad”, explica la periodista.
Chan añade que no hay duda de que Acosta interrumpió a Trump y la Casa Blanca se aferra al incidence para generar sospechas no sólo sobre su trabajo, sino también acerca de su propia persona.
“Cuando un gobierno poderoso, ya sea China o Estados Unidos, asesina el carácter de alguien, todo lo que esa persona hace se cuestiona de repente. Ese rastro de sospecha te sigue a donde quiera que vayas”, argumenta la corresponsal.
La periodista advierte que el gobierno elige a Acosta hoy, pero puede ir tras otros periodistas mañana. Además, dice que le preocupa lo rápido que se puede olvidar este incidente.
“¿Los periodistas y los ciudadanos, poco a poco, se desconectarán? Siento que las apuestas son demasiado altas para rendirse, aunque es una advertencia justa para aquellos que cavan sus talones: Todos emergerán un poco cicatrizados, un poco dañados después de esto”, concluye Chan.
En el mismo sentido, CNN expresa que los ataques continuos del presidente a la prensa llegaron demasiado lejos.
“No solo son peligrosos, sino perturbadoramente antiestadounidenses. Si bien el presidente Trump ha dejado en claro que no respeta a la prensa libre, tiene la obligación de protegerla. Una prensa libre es vital para la democracia”, menciona la cadena en un comunicado.
El Comité de Reporteros para la Libertad de Prensa también se pronuncia en contra del trato de Trump hacia los reporteros.
En un comunicado, la organización dice que el retiro de la credencial al corresponsal de CNN es inadecuado y un castigo sin presidentes. Agrega que la falsa descripción de los eventos ocurridos en la Casa Blanca es un insulto no sólo para los periodistas de la nación, sino para todos los ciudadanos.
“Los fundadores de nuestro país sabían que habría tensión entre nuestros líderes y nuestros periodistas. De hecho, diseñaron nuestro sistema de esa manera, sabiendo que una prensa libre y asertiva es la mejor defensa contra la tiranía.
También instaron a la administración de Trump a que reconsidere este exceso de poder y restablezca la credencial de Acosta de inmediato.
Lo comparan con Lenin
Otra comparación polémica como la de la periodista Melissa Chan es la del usuario de Twitter Dustin Giebel, quien reemplazó a Lenin por Trump en la famosa pintura ‘Lenin proclama el poder soviético en el Instituto Smolny’.
El hombre que se describe como escritor compartió la imagen en la que se puede ver al presidente estadounidense pidiendo que le retiren el micrófono al corresponsal de CNN.
I’m sorry pic.twitter.com/s4zhaXFsS5
— Dusty (@DustinGiebel) 9 de noviembre de 2018
Continúa la mala relación
Después del incidente con el corresponsal de CNN en la Casa Blanca, la relación del presidente estadounidense con los medios de comunicación sigue sin mejorar.
“¡Qué pregunta más estúpida! Te observo mucho. Haces muchas preguntas estúpidas”, dijo el viernes el mandatario a la periodista de la cadena CNN Abby Phillip, quien le preguntó si quería que su nuevo fiscal general detuviera la investigación sobre la posible interferencia de agentes rusos en su campaña electoral de 2016.
La reportera se refirió a la decisión de Trump de despedir a Jeff Sessions como fiscal general y nombrar como reemplazo a Matthew Whitaker, un crítico de la investigación rusa,.
Adempas, cuando se le preguntó durante cuánto tiempo se le negaría a Acosta el permiso de ingreso a la Casa Blanca, Trump contestó que no lo había decidido e indicó que la sanción podría aplicarse a más periodistas.
El presidente aseguró que la mala relación que tiene con los medios de comunicación es culpa de los periodistas.
“La Casa Blanca es un lugar muy sagrado para mí. Es un lugar muy especial. Tienes que tratar a la Casa Blanca con respeto. Tienes que tratar a la presidencia con respeto”, finalizó.