Trump en México: encuentro de alto riesgo

La próxima visita del mandatario de México a la Casa Blanca puede convertirse en un mensaje de apoyo para el presidente Trump, en momentos en que el republicano se enfrenta a una caída en las preferencias electorales y necesita reivindicar su liderazgo
Mara Echeverría Mara Echeverría Publicado el
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Los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y de Estados Unidos, Donald Trump, parecen tener una relación bilateral complicada, la cual vuelve a estar en el ojo del huracán con la reunión que sostendrán durante las campañas electorales en el país de las barras y las estrellas.

El motivo del encuentro es la entrada en vigor del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que se concreta a partir del 1 de julio; sin embargo, el presidente Trump ya está entrado en su campaña y todos sus movimientos y discursos están orientados a los comicios presidenciales de noviembre, en los cuales pretende ser reelegido.

Es por ello que diversas voces han manifestado su desacuerdo respecto a la reunión, que se agenda en momentos en los que el presidente Trump impulsa una agenda antimigrante, a lo que se suma la posible ausencia de Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, en el encuentro.

Analistas y expertos señalan que con la visita, Trump logró que un mandatario mexicano cayera en una trampa electoral, ya que ésta podría ser considerada como un espaldarazo de México a la candidatura del republicano.

Entre estas voces destaca la de Arturo Sarukhán, exembajador de México en Estados Unidos, quien en días pasados calificó la visita del mandatario mexicano a la Casa Blanca como un error colosal, político, electoral, diplomático y estratégico a largo plazo.

“A Trump sólo le interesa usar al presidente mexicano como un accesorio de teatro a la luz de las elecciones”, escribió el exembajador Sarukhán en su cuenta en la red social Twitter.

La visita del presidente de México también coincide con la caída en la aprobación de la administración del presidente de Estados Unidos, que entre el 13 de mayo y el 6 de junio retrocedió 10 puntos para ubicarse en 39 por ciento, mientras que la desaprobación aumentó nueve puntos a 57 por ciento, de acuerdo con un sondeo que realiza la consultora Gallup.

Asimismo, el mandatario estadounidense ha tenido problemas para repuntar en las encuestas que miden la preferencia del electorado, afectado por el manejo de la emergencia sanitaria a causa del COVID-19, el golpe que esto ha significado para el crecimiento económico, el aumento del desempleo y sus acciones respecto a las protestas antirracistas que tuvieron al país bajo fuego por más de una semana.

En el último sondeo publicado por RealClearPolítics, Joe Biden tiene cinco puntos de ventaja en las preferencias electorales frente a Donald Trump y aunque parezca que la brecha es corta, la ventaja del demócrata alcanzó 16 puntos el 20 de junio.

Monserrat Castillo, internacionalista por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), opina que la visita del presidente mexicano podría no ser suficiente para que Donald Trump remonte en la carrera electoral, pero eso no significa que el presidente de Estados Unidos envíe a sus adversarios el mensaje de que cuenta con la aprobación de México.

“Aunque el presidente López Obrador haya declarado que el encuentro está relacionado con el T-MEC, el mensaje de Trump con la visita es para sus contrincantes, a quienes les quiere dejar claro con quien cuenta en las próximas elecciones”, declara la internacionalista.

Agenda y golpes políticos de Trump

Donald Trump ha tomado las políticas antimigrantes como una de las principales banderas en su carrera política y para Castillo es uno de los temas en los cuales ha contado con el respaldo de México, aunque no por elección.

En este sentido destacan las amenazas del empresario neoyorquino de imponer un arancel de cinco por ciento a las importaciones mexicanas, situación que impulsó al gobierno de México a emprender una estrategia para contener el flujo de ciudadanos de Honduras, El Salvador y Guatemala, que van en la búsqueda del sueño americano.

Esta agenda también llevó al presidente Trump a poner un freno a la migración legal, pues suspendió la emisión de visas de trabajo durante este año bajo el argumento de que con ello garantiza que sean los ciudadanos de su país los primeros en encontrar un empleo una vez que termine la emergencia sanitaria por el COVID-19.

Además, al momento de confirmar la visita del presidente de México, que no tiene una fecha definida hasta el cierre de esta edición, Donald Trump mencionó que la migración ilegal disminuyó 84 por ciento y los cruces ilegales de ciudadanos indocumentados se redujeron 97 por ciento en la frontera con México.

Trump agradeció al gobierno de López Obrador por los resultados de la reducción del flujo migratorio y refrendó sus lazos de amistad. Mientras, el mandatario mexicano ha señalado que la visita se da en el marco de la reactivación económica con la entrada en vigor del acuerdo comercial.

Al respecto, Castillo declara que el presidente estadounidense mueve las mismas fichas que en agosto de 2016, cuando visitó al entonces presidente Enrique Peña Nieto, quien lo recibió como si fuera un jefe de Estado y no un candidato presidencial.

“Trump está moviendo sus piezas y López Obrador puede neutralizarlo si durante esta visita de Estado considera una reunión con Joe Biden, lo que demostraría su respeto ante el proceso democrático en Estados Unidos”, opina la internacionalista.

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