Así anunció el presidente electo Donald Trump este jueves, seleccionando a un ex oficial militar de alto rango que ha declarado que responder al “Islam político” será la principal tarea de seguridad que enfrentará Estados Unidos.
Sin embargo, al elegir a este marino jubilado como su Secretario de Defensa, Trump romperá con 65 años de historia militar en Estados Unidos, ya que el Congreso aprobó, en 1951, una legislación que decía que “ningún nombramiento a militares será aprobado a ésa oficina”.
Por lo que para obtener el trabajo, Mattis necesitará primero que el Congreso apruebe una nueva legislación para evitar aplicar ésta ley federal que decreta que los Secretarios de Defensa no deben haber estado en servicio activo en los últimos siete años.
“Vamos a nombrar a Mad Dog Mattis como nuestro Secretario de Defensa”, aseguró Trump a un mitin en Cincinnati, en donde hizo la primera de sus paradas de la “gira de agradecimiento” post-electoral.
Mattis, quien se retiró como jefe del Comando Central de Estados Unidos en 2013, ha dicho en reiteradas ocasiones que Washington carece de una estrategia global en el Medio Oriente, y que se ha optando por manejar los problemas de una manera ineficaz , de “uno por uno”.
Y a pesar de que el jueves, Jason Miller, el portavoz del equipo de transición de Trump, twitteó que no se había tomado todavía ninguna decisión, su hijo, Donald Jr., retwitteó un informe diciendo que “Mattis había conseguido el puesto.”
El ex marine de 66 años, ha servido más de cuatro décadas en el Cuerpo de Marines y es conocido como uno de los líderes militares más influyentes de su generación.
Al igual que Trump, Mattis favorece una postura dura contra los adversarios estadounidenses en el exterior, especialmente con Irán.
El general dijo que si bien las discusiones de seguridad a menudo se centran en grupos terroristas como el Estado islámico o al-Qaeda, el régimen iraní es “la única amenaza más duradera a la estabilidad y la paz en el medio Oriente.”
Este es un punto de vista que se alinea más estrechamente con Trump y su próximo asesor de seguridad nacional para la Casa Blanca, Michael Flynn.
En este sentido tanto Mattis como Trump y Flynn han abogado por tirar el acuerdo alcanzado con Irán el año pasado para reducir su programa de armas nucleares, a cambio de un levantamiento de las sanciones económicas y eventualmente la eliminación del embargo de armas.
No obstante, no todas las opiniones de Mattis están tan sincronizadas con Trump y Flynn, que han hecho gestos amistosos al presidente ruso Vladimir Putin. Pues Mattis ha pedido tener profunda cautela de las intenciones de Rusia, y sus intenciones de separar a la OTAN.
Aunque a este respecto, Mattis no se detuvo en criticar a Trump y parte de su retórica sobre sus intenciones de separarse de la “OTAN por era obsoleta y porque sus miembros no pagan su parte justa.”