Pese a las advertencias y los gritos de sus guías, un turista estadounidense decidió inmiscuirse en una isla india del archipiélago de Andamán, en el Océano Índico, de la cual ya nunca salió.
La agencia internacional Efe reportó que el norteamericano, en su afán de aventura, desestimó las advertencias de autoridades sobre la prohibición para acceder a la isla, en la que habita un pueblo indígena que es protegido y el cual no tiene contacto con otros seres humanos.
Los pescadores que llevaron al aventurero a la isla informaron de inmediato a las autoridades, quienes confirmaron que el estadounidense había muerto apenas pisó la isla alcanzado, al parecer, por decenas de flechas.
La isla, llamada Centinela Norte, es un área prohibida a nivel internacional cuyo acceso está restringido bajo la regulación para la Protección de las Tribus Aborígenes.
Información de la agencia referida detalla que hasta el 2006 los aborígenes que habitaban la isla habían acabado con la vida de dos pescadores que habían osado acercarse a su territorio, el cual se tiene calculado habitan desde hace 55 mil años.
Las tribus que ahí habitan basan su supervivencia en la recolección y la caza.