La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático anunció este domingo su apoyo para que se deje de invertir en la industria que más contribuye al cambio climático. Un día después, un periódico materializó esa propuesta.
En menos de 24 horas, más de 80 mil lectores se unieron a una campaña en el sitio de The Guardian para pedirle a las fundaciones de caridad más grandes del mundo –la Fundación Bill y Melinda Gates y la Wellcome Trust– que desvíen sus donaciones de los combustibles fósiles.
Este lunes, el diario británico lanzó dicho plan, el cual busca sumar más adeptos a un nuevo esfuerzo por combatir el calentamiento global.
“El cambio climático representa una amenaza real para todos nosotros, y está moral y financieramente equivocado invertir en compañías que se dedican a encontrar y quemar más petróleo, gas y carbón”, se lee en la petición, lanzada en colaboración con el grupo 350.org.
“Estamos llamando a la Fundación Bill y Melinda Gates y al Wellcome Trust a detener sus inversiones en las 200 compañías de combustibles fósiles más importantes, así como otro tipo de fondos que incluyan acciones en combustibles fósiles y bonos corporativos, dentro de cinco años”, solicita The Guardian.
La campaña, señala el director editorial del medio Alan Rusbridger, está siendo lanzada “con la firme creencia de que forzará la cuestión (de la desinversión) en las salas de juntas y bandejas de entrada de las personas que tienen miles de millones de dólares a su disposición”.
La desinversión, agregó Rusbridger, “es un pequeño pero crucial paso en la transición económica para dejar atrás una economía basada en combustibles fósiles”.
Cientos de adeptos
Actualmente, la Fundación Rockefeller, así como unas 200 universidades e instituciones se han comprometido a desinvertir en industrias de combustibles fósiles, lo que significa una pérdida de unos 50 mil millones de dólares para dichas industrias.
La idea fue formulada en 2010 por el sitio 350.org, que modeló el esfuerzo de desinversión en similitud con campañas de presión como la que se realizó en contra del régimen del apartheid en Sudáfrica en los años 90, así como la actual campaña “Boicot, Desinversión y Sanciones”, la cual busca presionar a Israel para respetar el derecho internacional y los derechos de los palestinos.