Son más de 100 cardenales de diversos continentes los que participan en las sesiones previas al cónclave.
Aunque comparten el mismo objetivo de elegir al sucesor de Benedicto XVI, ayer quedó claro que no todos se conocen.
Un obispo falso logró colarse hasta la puerta de la sala de reuniones donde los cardenales discuten, entre otras cosas, la fecha en que votarán al nuevo Papa.
Como si los recientes escándalos que envuelven al Vaticano y a la Iglesia Católica no fueran suficientes, Ralph Napierski se suma a las sorpresas de los últimos días.
Se presentó como “Basilius” y dijo pertenecer a la Iglesia Ortodoxa italiana, una organización inexistente.
Vestía una sotana negra, una bufanda en el lugar donde se coloca la faja episcopal y una cruz grande colgada en el cuello, imitando el vestuario de los cardenales.
También se dijo que llevaba una identificación falsa.
Antes de ser descubierto por la Guardia Suiza, Napierski habló con cardenales y ante periodistas declaró que los obispos católicos cometieron “un error” al trasladar a distintas parroquias a sacerdotes acusados de pedofilia.
Desde temprano circuló una foto suya saludando al cardenal Sergio Sebiastiana.
Algunos medios lo definen como “hacker”, pero en su perfil de Facebook él mismo se introduce como “un obispo de la Iglesia Católica”.
¿Quién es él?
Esta no es la primera vez que Napierski causa polémica.
El australiano es fundador y líder de la organización bautizada como “Corpus Dei”.
En su sitio web se dice obispo católico bajo la primacía del Papa Benedicto XVI, y adjunta documentos falsos. Agrega que se encuentra en unión con la Iglesia Católica Romana.
En 2011, tabloides alemanes publicaron una serie de fotos en donde supuestamente aparece con una modelo “topless” y rodeado de juguetes sexuales. Napierski respondió que era una campaña de desprestigio.
El País se refiere a él como un hombre australiano que “se dedica a parodiar los rituales y la doctrina vaticana”.
En los últimos días, Ciudad del Vaticano ha presumido grandes operativos de seguridad en el área, que incluyen el cierre de la Capilla Sixtina a los visitantes y el desalojo del hotel del Vaticano.
