Aunque Gabriel García Márquez era colombiano, varias naciones lo sienten como propio.
No solo en México, país en el que residió y murió, también en Venezuela el escritor es parte de la cultura.
Después de su fallecimiento el pasado 17 de abril, García Márquez conquistó las portadas de la prensa así como lo hizo con sus textos.
Desde entonces, títulos escritos por el colombiano sobre Venezuela han resurgido de las sombras.
Entre ellos están “El general en su laberinto”, sobre Simón Bolívar y “Caracas sin agua”, una crónica que se desarrolla durante el mandato de Marcos Pérez Jiménez.
Pero de todas sus narrativas dedicadas a Venezuela, ninguna es sobre la situación actual.
Esto, a pesar de que el Premio Nobel de Literatura tenía una estrecha relación con el país, sobre todo con su capital.
“Caracas ha sido siempre para mí algo parecido a una obsesión”, dijo García Marquez.
“Una de las hermosas frustraciones de mi vida es no haberme quedado a vivir siempre en esa ciudad infernal”.
Ciudad infernal
Sin embargo, textos como “Caracas sin agua”, que fue escrito hace casi medio siglo por el colombiano relatan una realidad muy similar a la que se vive en el país en la actualidad.
Gran parte de Venezuela estuvo toda la Semana Santa sin agua, el 55 por ciento de Caracas, misma situación que estampa García Márquez en su crónica.
Mientras los ciudadanos que piden un cambio en el Gobierno siguen en las calles en un intercambio de balas y humo. Y los líderes celebran hoy un nuevo encuentro para dialogar sobre la situación tensa que se vive.
¿Amigo del régimen?
Aunque obtener la percepción del aclamado escritor sobre el conflicto hubiera sido de interés, su amistad con los Castro fue probablemente el freno para externar su opinión.
“Entre los personajes políticos que admiraba, Fidel Castro ocupa el lugar más relevante. Su estrecha relación con él, la ceguera frente a la tiranía del comandante, le han granjeado algunas críticas, escasas para el respaldo que siempre le ha brindado a ese régimen dictatorial”, publicó El Mundo en su especial “Regreso a Macondo”.
Entonces, ¿hubiera escrito a favor del chavismo?
“En realidad me parece que su silencio mismo ha sido elocuente y refleja algunas de las contradicciones de su visión política”, afirmó Maruja Tarre en El País el pasado 21 de abril.
Además, García Márquez conoció al presidente Hugo Chávez y en 1999 escribió que este tenía “una personalidad que no correspondía para nada con la imagen déspota que teníamos formada a través de los medios. Era otro Chávez”.
Entre líneas se lee un apoyo por inercia al chavismo.