Evo Morales no dejará ir tan fácilmente el “indignante” episodio que vivió en Europa cuando cuatro países le negaron sobrevolar su espacio aéreo por sospechas de que Edward Snowden viajara con él.
“Aunque no aceptamos plenamente satisfechos aceptamos las disculpas de los cuatro países como un primer paso porque queremos continuar con las relaciones con respeto entre los cuatro países”, dijo ayer el presidente de Bolivia en una declaración a la prensa.
El mandatario agregó que los embajadores bolivianos retornarán a España, Francia, Italia y Portugal a seguir con sus funciones a casi un mes del incidente.
Sin embargo, dejó en claro que “Bolivia se reserva el derecho de continuar con las acciones emprendidas ante organismos internacionales y de acudir ante las instancias que crea necesarias para lograr una completa reparación frente a esta agresión”.
Víctima del ‘imperialismo’
Fue el pasado 2 de julio cuando el boliviano acusó a dichos países de negarle el paso bajo la sospecha “infundada” de que ocultaba al excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (CIA) que difundió información sobre programas de espionaje de Estados Unidos.
Morales retornaba de Moscú a La Paz, un viaje que le tomó más de 13 horas debido a los contratiempos.
Pero cuando por fin regresó a su tierra, denunció: “Esto no es una provocación a Evo Morales, sino a Bolivia y a toda Latinoamérica. Es una agresión a América Latina”. Además calificó como “un secuestro” su retención en Viena. (Fuente: AP)