El domingo llega el tan esperado Super Bowl a Nueva Jersey. Ni el tráfico, ni el alcohol, ni los fanáticos son las principales preocupaciones de las autoridades, el problema número uno de la lista: el tráfico sexual.
“Muchos creen que el extenso sistema de carreteras del estado, la proximidad con la ciudad de Nueva York y la diversa población, lo convierten en una excelente base de operaciones para los traficantes”, publicó The Huffington Post el pasado 6 de enero.
Para prevenirlo, la Policía de Nueva York inició las operaciones, que han ocasionado el arresto de 200 personas, publicó CNN el martes.
“Un Super Bowl tras otro, tras otro, han demostrado que es uno de los eventos más grandes del mundo en los que la crueldad de trata de personas se lleva a cabo por varias semanas”, aseguró el representante de Nueva Jersey, Chris Smith.
