¿Una Cuba libre?
La reconciliación diplomática de Estados Unidos (EU) y Cuba es un nuevo capítulo en la historia de la política mundial, pero los cubanos lo ven con incertidumbre.
Tras los anuncios simultáneos de los presidentes Barack Obama y Raúl Castro, quienes prometieron la normalización de las relaciones entre ambas naciones, algunos analistas señalaron que los cubanos aún enfrentan dos obstáculos.
Pedro Pablo Cortéshttp://youtu.be/cI6xOIj0lE8
La reconciliación diplomática de Estados Unidos (EU) y Cuba es un nuevo capítulo en la historia de la política mundial, pero los cubanos lo ven con incertidumbre.
Tras los anuncios simultáneos de los presidentes Barack Obama y Raúl Castro, quienes prometieron la normalización de las relaciones entre ambas naciones, algunos analistas señalaron que los cubanos aún enfrentan dos obstáculos.
Por un lado, los republicanos dominarán ambas cámaras del Congreso de EU, lo que complicará que se aprueben leyes para eliminar el embargo y la restricción de vuelos entre Cuba y Estados Unidos.
Por otra parte, los críticos del régimen castrista dudan que el progreso llegue a la isla si no se remueven las políticas restrictivas.
“Nadie sabe a ciencia cierta qué cambiará a partir de ahora para los cubanos, sobre todo para los más humildes, que no palpan aún el resultado de las transformaciones en la economía nacional”, escribió ayer Alejandro Rodríguez para el blog de BBC Mundo “Voces desde Cuba”.
El obstáculo Castro
La nueva política de Obama contempla elevar el monto permitido de remesas que pueden enviarse de EU a la isla, autorizar que compañías de telecomunicaciones den servicio a Cuba y conceder que algunos sectores empresariales inviertan ahí.
Los especialistas creen que esto traerá un nuevo flujo económico a la isla, además de un mayor número de cubanos con acceso a Internet y servicio telefónico de calidad.
“La cuestión es si el incremento en comercio simplemente impulsará a la moribunda economía y gobierno de Cuba o alimentará un verdadero cambio democrático en la isla, algo que la actual política estadounidense no ha logrado”, publicó ayer The New York Times.
“El régimen hará todo lo que esté en su poder para tener el control máximo de la inversión extranjera, formas de empleo, impuestos. Muchos de estos recursos seguirán usándose para mantener un aparato represivo”, dijo el líder disidente José Daniel Ferrer al diario.
La bloguera Yoaní Sanchéz escribió en su medio digital 14ymedio.com que hay pocos motivos para celebrar si no existe un compromiso social de parte de los Castro.
“Esto apenas comienza”, indicó Sánchez, “falta un cronograma público con el que se logre comprometer al Gobierno cubano a seguir una secuencia de gestos a favor de la democratización y del respeto a las diferencias.
“Hay que aprovechar esta sinergia que han provocado ambos anuncios para arrancarle una promesa pública”.
El diario El País apuntó que uno de los problemas es que el pesimismo y la apatía de exigir mejorías cunde en la mayoría del pueblo cubano, pues más de dos tercios de los 11 millones de habitantes nacieron cuando EU y la isla ya habían roto relaciones.
“El embargo está codificado en el ADN del cubano, y del mismo modo lo está el enrocamiento del régimen ante EU como reacción a esa política de asfixia, cuya existencia ha servido de argumento y excusa para justificarlo todo”, reportó el periódico español.
El bloqueo republicano
Bajo el liderazgo del senador cubano-estadounidense Marco Rubio, aspirante a la presidencia en el 2016, los republicanos en el Congreso amenazan con no levantar el embargo ni la restricción de vuelos, además de bloquear los fondos para la embajada en La Habana.
Tras el discurso público de Obama, Rubio manifestó que la nueva política es conceder la victoria a un régimen opresivo y dictatorial, por lo que amagó con hacer todo lo posible para entorpecer el cambio.
“Conozco la naturaleza de este régimen mejor que el presidente”, subrayó Rubio en una rueda de prensa.
“Este Congreso no va a levantar el embargo”.
La actitud de Rubio y de sus compañeros republicanos se da a pesar de una encuesta del Atlantic Council de febrero, que revela que 56 por ciento de los estadounidenses están a favor de remover el bloqueo económico y político a Cuba.
Pese al apoyo popular y las críticas que denuncian que EU tiene relaciones con países de pasado comunista, como China y Vietnam, el diario The Washington Post defiende la postura de los republicanos con el mismo argumento.
“Obama le dio un inmerecido auxilio financiero al régimen Castro en Cuba”, publicó ayer el periódico en su editorial.