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El pánico y la neurosis colectiva cunden en Filipinas entre los 11 millones de afectados del supertifón “Haiyan” o “Yolanda”. Se respira un aire de incertidumbre y se escuchan gritos de auxilio que nadie parece escuchar.
Pese a los donativos millonarios enviados por la comunidad internacional y la presencia de voluntarios, la falta de liderazgo y la deficiente logística del Gobierno filipino han creado un ambiente de caos.
El desorden en el reparto de víveres propició ayer la muerte de ocho personas cuando participaron en un asalto masivo a un almacén de arroz que resguardaba el Gobierno.
Los apoyos internacionales siguen llegando, pero las comunidades continúan incomunicadas, lo que impide repartir alimentos y agua.
“Hay una gran cantidad de cosas que necesitamos hacer, pero no hemos podido llegar a las comunidades más remotas”, declaró a los medios internacionales Valerie Amos, representante de la ONU.
Por las calles de Tacloban, una de las ciudades más afectadas, los sobrevivientes pepenan entre los escombros en busca de cosas útiles y portan letreros con mensajes como “Manden ayuda, por favor”.
Las zonas donde elementos del Ejército filipino resguardan despensas, agua y aviones para evacuación son escenario de turbas de gente desesperada por subsistir.
Ante el desastre, una gran cantidad de habitantes de Tacloban han decidido abandonar los cadáveres de sus seres queridos y escapar de la ciudad, reportó ayer el Manilla Bulletin.
“Todo mundo entró en pánico, dicen que no hay comida, que no hay agua, y quieren huir de aquí”, declaró la capitana Emily Chang, una médica naval.
Sin infraestructura
Cada año, 20 tifones en promedio impactan este archipiélago, que es el más expuesto a este tipo de fenómenos naturales, de acuerdo con la agencia meteorológica filipina Pagasa.
A pesar de esta condición, el Gobierno no invierte en infraestructura y carece de sistemas efectivos de respuesta a los desastres naturales.
Filipinas es el país asiático con menos caminos pavimentados: apenas 20 por ciento del total, reveló el martes la agencia AP.
El archipiélago, añadió, también ocupa los últimos lugares en líneas telefónicas y casas con electricidad.
“Es difícil prepararse para una de las peores tormentas en el mundo”, manifestó el economista de HSBC Trinh Nguyen. “Pero, al mismo tiempo, uno de los grandes problemas que hay es que no hay acceso a los lugares más devastados. No hay carreteras”.
Aunque el presidente Benigno Aquino ha impulsado la economía, “Yolanda” demostró que necesita invertir más en caminos, telecomunicaciones y puertos, pues el país pierde mil 600 millones de dólares anuales por estos desastres, informó el martes The Guardian.
En un artículo titulado “¿Quién está a cargo?”, el Philippine Daily Inquirer criticó ayer que las fuerzas oficiales no pudiesen organizar a los damnificados ni satisfacer sus necesidades más urgentes.
Esto fue secundado por la cobertura de la cadena estadounidense CNN.
“Apoyar en una crisis de esta magnitud es difícil, pero se complica aún más cuando trabajas en un archipiélago de un país que es relativamente pobre y con una infraestructura débil”, expresó a ese medio Bob Kitchen, director de emergencias del Comité de Rescate Internacional.
¿Y Pacquiao?
Tras el paso de la tormenta “Ingrid” y del huracán “Manuel” en septiembre, decenas de artistas, empresarios y líderes mexicanos apoyaron a los damnificados de Guerrero.
Pero la estrella de la política y el deporte filipino, el boxeador Manny Pacquiao, decidió dedicarles a sus connacionales una pelea de forma simbólica.
La agencia informativa AP reportó ayer que Pacquiao cree que lo mejor que puede hacer para alentar y dar esperanzas a las víctimas es ganarle a Brandon Ríos, con quien peleará el 24 de noviembre.
Por eso, el también legislador de Filipinas se ha concentrado en entrenar, lo que le impide visitar la zona más afectada por el fenómeno.
Pese a las críticas, su entrenador Eddie Roach argumentó que es necesario que no descuide su entrenamiento, pues enfrentará una de las peleas más difíciles de su carrera.
Pacquiao, de 34 años y uno de los boxeadores mejor pagados del mundo, según Forbes, afirmó que tendrá presente en sus oraciones a todos los afectados.
“Realmente quiero visitar la zona y hacer personalmente lo que pueda para ayudar a nuestros compatriotas que han sufrido tanto en esta tragedia terrible. Pero me estoy entrenando para una pelea crucial y no puedo ir”, expresó.
“Enviaré ayuda a los que la necesitan más, y los exhorto a todos a orar por nuestro país y pueblo en estos tiempos difíciles”, dijo quien fue nombrado una de las personas más influyentes del mundo en 2009 por la revista Time.
Ese año, Forbes publicó que el boxeador era el sexto atleta mejor pagado del mundo con un ingreso anual de 40 millones de dólares.
En entrevista con AP, el asesor del boxeador, Michael Koncz, aseveró que Pacquiao visitará las zonas más afectadas después de la pelea, que se realizará en Macao, y que espera alegrar a la gente con una victoria.
“Manny quería ir a la zona, visitar a la gente y levantarle el ánimo”, dijo. “Pero estamos ante la pelea más difícil de su carrera”.
(Con información de AP)
Los 5 ciclones más mortales de Filipinas
1. Thelma
1998
5,081 muertos
2. Yolanda
2013
2,344 muertos (cifra del Gobierno)
3. Angela
1867
1,800 muertos
4. Winnie
2004
1,593 muertos
5. Sin nombre
1897
1,500 muertos