‘Updates’ de buena fe

Se trata del Sumo Pontífice Benedicto XVI y el arzobispo de Canterbury de la Iglesia Anglicana, Rowan Williams.

Los temas polémicos van desde el nacimiento de Jesús, hasta la aprobación del obispado femenino en Inglaterra.

Joseph Ratzinger habla sobre los “falsos testigos” en el portal de Belén, mientras que Rowan Williams cuestiona a la minoría tradicionalista que votó en contra de que las mujeres sacerdotes puedan escalar un peldaño más en la jerarquía anglicana.

Piezas del nacimiento

Quizá esta Navidad algunos católicos decidan quitar las mulas, bueyes, borregos y demás animales de cerámica que tradicionalmente acompañan a Jesús en los nacimientos debajo de los pinos. 

La posibilidad está latente por las confesiones del propio Benedicto XVI en su más reciente libro “La Infancia de Jesús”, el último de su trilogía sobre “el hijo de Dios”, iniciada hace una década.

Los lectores devotos podrían tomarse muy en serio las correcciones que el Papa hace sobre la iconografía del portal de Belén, si es que llegan antes de la Noche Buena al capítulo en donde el Papa niega la presencia de animales junto al pesebre del recién nacido. 

Ratzinger, uno de los teólogos más reconocidos de la Iglesia Católica desde antes de ser elegido como el máximo representante del Vaticano en 2005, asegura en su libro que “es la tradición la que le pone literatura al asunto, metiendo en el cuadro un pesebre —representación del altar— y unas gasas para envolver al bebé —un anticipo de la hora de su muerte—”, según cita Pablo Ordaz para el diario El País.

Ordaz agrega que no solo desmintió versiones sobre el escenario del nacimiento, sino también sobre pasajes de la vida de María. 

“Benedicto XVI le quita la razón a San Agustín, quien dejó escrito que María hizo un voto de castidad y se encomendó a José para que la protegiera. Según Benedicto XVI, tal reconstrucción de los hechos ‘está fuera del mundo judío en el tiempo del nacimiento de Jesús’”.

El obispo de Roma agregó además el dato astronómico de que la estrella brillante de esa noche del año 15 del imperio de Tiberio César, entre el 6 y el 7 antes de Cristo, era una supernova.

‘Obispas’ y la igualdad

La palabra “obispa” no existe en el diccionario de la Lengua Española. En la mayor parte de las religiones el sacerdocio y las jerarquías mayores, como el obispado, lo ocupan los hombres.

Sin embargo, en los últimos días la palabra a hecho eco alrededor del mundo porque la igualdad de género tiene temblando a la Iglesia Anglicana.

Aunque el sacerdocio femenino fue aprobado desde 1992 en Inglaterra, y desde 1975 el sínodo anglicano aceptó que “no hay objeciones fundamentales” para la ordenación de mujeres (cita Walter Oppenheimer, corresponsal de El País en Londres), el lunes pasado no se pudo concretar el siguiente paso: el obispado femenino.  

Se necesitaba la aprobación de los tres grupos que conforman el sínodo: obispos, clérigos y laicos. 

La propuesta obtuvo el sí de los obispos y clérigos, quienes saben de la exigencia de la sociedad inglesa y de las leyes que cuestionan la igualdad de género en el país.

Sin embargo, tras 10 años de campaña a favor de la medida (encabezada por el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, líder saliente de la Iglesia), el grupo minoritario de laicos votó en contra. Faltaron sólo cuatro votos para que hubiera sido aprobada.

Por otro lado, Oppenheimer añadió que un diputado recordó que “Esto se va a sumar al clamor para que deje de ser la Iglesia establecida, y hay ya comentarios de movimientos en el Parlamento para eliminar la exención que disfruta en la ley de igualdad”, explicando que si eso llegara a ocurrir, cualquier mujer sacerdote podría recurrir a los tribunales para exigir el derecho a acceder al obispado.

En Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Estados Unidos ya hay mujeres fungiendo como obispos para la Iglesia Anglicana.

El arzobispo de Canterbury había declarado antes de la votación que “Ya hemos esperado demasiado”.

Twitter celestial

A pesar de las críticas a las distintas religiones del mundo por su apego a lo tradicional, algunas han dado pasos claves de “actualización”. 

El ejemplo más reciente es el del Vaticano, quien anunció a principios de noviembre que el Papa Benedicto XVI empezará a compartir tuits desde una cuenta personal en Twitter. 

El vocero del Vaticano, Federico Lombardi, afirmó que serán las propias palabras del Pontífice, a pesar de lo difícil que resultará resumir sus enseñanzas en 140 caracteres. 

Lombardi adelantó que esperan iniciar el proyecto para finales de año, y que darán a conocer los detalles cuando se lance oficialmente la cuenta.

Otros líderes religiosos como el Dalai Lama ya tienen su propia cuenta. Hasta hoy, @DalaiLama tiene 5 millones 562 mil 830 seguidores.

The New York Times publicó hace unos meses un reportaje sobre Claire Díaz-Ortiz, una ejecutiva de Twitter Inc. que tiene como misión atraer a más líderes religiosos a utilizar la red social.

Al igual que como lo han hecho con atletas y celebridades, Díaz-Ortiz ha asesorado a líderes evangélicos en Estados Unidos para que abran su cuenta y para sus tuits sean “menos promocionales y más personales”.