Uruguay le dio su apoyo a un nuevo gobierno, representado por el conservador Luis Lacalle Pou

Uruguay se despide de la izquierda

Tras una elección cerrada, el conservador Luis Lacalle Pou ganó las votaciones presidenciales, dejando que el partido Frente Amplio saliera de la jugada tras 15 años al frente del gobierno

La ciudadanía de Uruguay le dio su apoyo a un nuevo gobierno, representado por el conservador Luis Lacalle Pou. Con unas votaciones presidenciales casi parejas, el país sudamericano se despidió de los 15 años de izquierda en los que el partido Frente Amplio estuvo liderando a la nación.

Daniel Martínez, candidato presidencial quien perdió las votaciones por un margen de 1.2 por ciento aseguró en sus redes sociales que hoy entablará un diálogo con Lacalle Pou en virtud del cambio de gobierno.

“Agradezco de corazón a quienes confiaron en nosotros con su voto”, compartió Martínez, a unas horas de que se dieran a conocer los resultados electorales. Lacalle Pou recibió 48.71 por ciento de los votos, mientras que el izquierdista 47.51.

Los resultados dados a conocer este jueves obedecen al segundo conteo de votos realizado por la autoridad electoral urugaya, quien dio el fallo definitivo.

“Ahora sí, ¡celebremos el Uruguay de todos!”, anunció el Partido Nacional, encabezado por el victorioso Lacalle Pou.

A sólo unos minutos de que se conocieran los resultados, el nuevo mandatario comenzó a recibir mensajes de apoyo por parte de otros personajes políticos internacionales, como Juan Guaidó, quien le aseguró a Lacalle Pou que cuenta con toda su disposición para trabajar por sus naciones.

Luis Lacalle Pou, de 46 años Indigo Staff de edad, es nieto y bisnieto de dos personajes que lideraron de igual manera el Partido Nacional. Abogado de profesión, entró en el Parlamento como diputado a los 20 años, ocupando la suplencia que dejó su madre. Desde entonces se dedicó a la tarea legislativa. El próximo presidente ha prometido mejorar la economía, que en los últimos años ha dado señales de estancamiento, con una subida del desempleo y un aumento del déficit público. Su equipo prevé una reforma de los impuestos a los productores agrícolas y medidas para fomentar la inversión privada.

El nuevo régimen se centrará en la lucha contra la delincuencia, una de las mayores preocupaciones de los uruguayos, que no supo frenar el gobierno del saliente Tabaré Vázquez

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