Paro por la democracia
El tiempo se acaba para Venezuela. El próximo 30 de julio tendrá que elegir a los representantes que elaborarán la nueva Constitución y la oposición no está invitada.
Por este motivo, la oposición venezolana convocó a partir de las 06:00 horas de ayer a un paro cívico nacional de 48 horas, es decir, nadie trabaja, los negocios no abren, las personas no salen, solamente para protestar contra el régimen de Nicolás Maduro.
Rubén Zermeño
El tiempo se acaba para Venezuela. El próximo 30 de julio tendrá que elegir a los representantes que elaborarán la nueva Constitución y la oposición no está invitada.
Por este motivo, la oposición venezolana convocó a partir de las 06:00 horas de ayer a un paro cívico nacional de 48 horas, es decir, nadie trabaja, los negocios no abren, las personas no salen, solamente para protestar contra el régimen de Nicolás Maduro.
Y es que Venezuela vive una crisis en todo los sentidos, la delincuencia, el desabasto y las fallas en los servicios de salud hacen que los venezolanos estén cansados de sus gobiernos.
“El asunto es que el salario no te alcanza, son 250 mil bolívares que equivalen aproximadamente a 27 dólares al mes, tienes que hacer milagros, si comes en la mañana no comes durante el día y no sabes si vas a comer mañana.
“Enfermarse es un lujo, no se pueden conseguir los medicamentos, todo está muy caro, un par de zapatos cuestan 650 bolívares, están por encima de todo tu salario, tú no sabes cuándo vas a comprar un par de zapatos, te la vives pensando en que eres más pobre cada día”, recalcó Welmy Rojas, joven profesor venezolano.
Un día antes del paro, muchos venezolanos acudieron a los supermercados y panaderías a abastecerse de alimentos, hubo quienes cruzaron la frontera hacia Colombia para comprar provisiones más baratas o incluso decirle adiós al país.
Por su parte, la oposición fue contundente “si Maduro insiste en la elección, boicotearemos la votación”.
“Hoy Venezuela se paraliza para decir ¡El fraude constituyente no va!. No aceptamos ser pobres y vivir en miseria para siempre”, publicó el diputado opositor Ramón Flores.
Desde el amanecer, varios grupos de vecinos empezaron a construir barricadas en diferentes zonas de Caracas con basura, piedras y cinta, para bloquear el paso de los vehículos. Sólo unas pocas personas caminaban hacia sus trabajos.
“Para el venezolano de a pie, realmente está un poco hostigado. Mucha gente, un grupito porque no son todos los venezolanos y no es todo el país que está incendiado, son ciertos municipios, del lado de Caracas, el lado ostentoso de Caracas lo que nosotros llamamos el este de Caracas, Chacao, Chacaíto y Altamira, allí hacen mucho las trancas, se ven lo que llaman la guarimba los trancazos no te permiten circular”, agregó Wilmer.
La víctima 101
A más de 600 kilómetros de Venezuela se encuentra la ciudad de Mérida, una localidad rodeada por los Andes, lugar donde murió Rafael Vergara.
“Con mucha tristeza informamos el asesinato de Rafael Vergara de 30 años, en la ciudad de Mérida, a causa de la represión por la guardia, recibió un impacto de perdigón en el área abdominal a quema ropa, fue trasladado al ambulatorio de Ejido en el cual falleció”, comentó un compañero del joven caído.
Rafael Vergara se convirtió en la víctima letal número 101 durante las protestas contra el régimen de Maduro.
En el este de Caracas, zona de clase media y alta, las protestas tuvieron su punto álgido. Manifestantes opositores se enfrentaron contra miembros de la Guardia Nacional Bolivariana, en una concentración que comenzó pacíficamente.
“Esto es una protesta pacífica, llegó la guardia sin ninguna motivación a reprimir a las personas, a los vecinos, a los jóvenes, a las personas de edad que están aquí, estamos en resistencia, tenemos que aguantar”, comentó un vecino del Barrio de Chacao.
Al fondo y entre estruendos se escuchaba la voz desesperada de una mujer.
“Ayúdenme a buscar a mi niño, está allá abajo y se escuchan las metras”, gritaba repetidamente.
En el lugar, hubo al menos cuatro heridos por arma de fuego, dos de ellos de gravedad, uno con heridas en el cráneo y otro en el abdomen. Al menos 50 jóvenes fueron detenidos.
Estudiantes a las calles
Cuando la oposición llamó al paro, comerciantes y privados se unieron, también los estudiantes, encabezados por el Movimiento Estudiantil de Universidades y Liceos de Venezuela.
“Ya no tengo nada qué perder, perdí amigos que se fueron al extranjero, perdí amigos que murieron enfermos, mi familia dividida, hay que luchar”, dijo una estudiante de Caracas que pidió ser identificada como Gegé.
Los jóvenes están conscientes de que podrán no derrocar al gobierno, pero al menos quieren vivir dignamente.
“La mayoría de los que decidimos quedarnos a enfrentar la represión en las manifestaciones o tener actos de rebeldía frente a los que nos intentan gobernar no es porque creamos o tengamos la ilusión de que precisamente esos actos acabarán con el gobierno, sabemos que no, pero no por eso debemos callar ni permitir que nos callen, no podemos dejar que nos humillen ni que nos utilicen”, recalcó Juana, otra estudiante que se unió al paro nacional.
Desde su casa, donde se encuentra en arresto domiciliario, el mensaje del líder opositor Leopoldo López fue claro.
“Debemos mantener la lucha en las calles hasta conquistar la libertad, la democracia y la paz para todos los venezolanos”, dijo en un mensaje grabado y difundido a través de redes sociales.
Contrario al mensaje opositor, Nicolás Maduro declaró que el paro cívico había sido derrotado.
“Ha sido derrotado el intento de un paro general indefinido, y la victoria es de la clase obrera, han obtenido una victoria total hoy frente al intento de una huelga indefinida, mientras ellos quieren parar, el pueblo quiere paz”.
Para Welmy y otros venezolanos la democracia es importante, pero lo que más desean es que las cosas se estabilicen y la violencia pare.
“Ya no queremos más protestas, más conflictos, lo que queremos es que den una solución de ambas parte, los que estamos perdiendo son todos los venezolanos”, dijo enfáticamente el joven docente.