Venezuela decidió. Nicolás Maduro seguirá liderando al país suramericano al menos durante los próximos seis años.
La disposición de los venezolanos fue baja, las calles se encontraban vacías y había poca gente emitiendo su voto.
Durante la contienda, en la que se esperaba que 36.6 millones de venezolanos emitieran su voto, el candidato opositor Henri Falcón y su equipo de campaña denunciaron 900 irregularidades en la jornada electoral.
Entre las denuncias de Henri Falcón, estaba la ubicación de los puntos rojos, donde los votantes de Nicolás Maduro suelen acudir a escanear el carnét, o identificación venezolana, para asegurar ayudas y programas sociales a cambio de votos.
Lo puntos rojos han sido uno de los argumentos más usados por la oposición venezolana cuando documentan las denuncias de fraude y la falta de rectitud impartida por el Consejo Nacional Electoral, CNE.
Por su parte el Consejo Electoral aseguró que ofreció todas la garantías electorales necesarias al desplegar el 100 por ciento del material electoral en los más de 14 mil centros de votación, abiertos desde las seis de la mañana hasta que el último votante brindara su voto, después de 12 horas cumplidas.
Asimismo, el opositor Frente Amplio Venezuela Libre aseguró que denunció en el 12 por ciento de la participación de los comicios presidenciales la presencia de áreas de proselitismo oficialista, es decir, los puntos rojos, ubicados a menos de 200 metros en el 85 por ciento de los centros electorales.
Rechazan elección en el mundo
Manifestantes venezolanos ubicados en Miami, España y Bogotá se manifestaron en las calles al grito de “Maduro, farsante, tus elecciones son un fraude”, en contra de la reelección de Nicolas Maduro.
Tanto la Unión Europea, que descartó enviar a observadores, como Estados Unidos y una docena de países latinos, entre ellos México, habían asegurado no reconocer los resultados venezolanos al considerar que las elecciones no ofrecen garantías para tener una nación libre y democrática.
Sebastian Piñera, Presidente de Chile, escribió a través de Twitter que las elecciones de Venezuela no cumplen con estándares mínimos de una verdadera democracia porque no son limpias y legítimas.
Por su parte Mike Pompeo, secretario de Estado, dijo que las elecciones del país latino eran “fraudulentas” y que su actividad política no cambiará en nada.
“No caigamos en la trampa de llamar elecciones a lo que ocurre en Venezuela. Lo que hay es una farsa para legitimar al dictador populista Maduro, y eso debe ser reconocido por todos los demócratas del mundo”, anunció Guillermo Lasso, líder de la oposición de Ecuador.
Los líderes internacionales han denunciado la situación económica del país latinoamericano, pues cerca de 1.6 millones de personas han dejado el país entre 2015 y 2017, de acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones.