Personas se reúnen para protestar en el sitio de un antiguo albergue para madres solteras en Tuam, condado de Galway, el domingo 26 de agosto de 2018. (Niall Carson/PA vía AP)

Visita del papa a Irlanda genera protestas

Los manifestantes mostraron pancartas en solidaridad con las víctimas en Dame Street, vía por la que el pontífice recorrió Dublín sobre el papamóvil

El catolicismo ya no es el mismo en Irlanda. Una prueba es la forma en que fue recibido el papa Francisco durante su visita a este país el fin de semana.

Varios grupos de víctimas de abusos cometidos por el clero organizaron protestas en Dublín durante las dos jornadas del pontífice en Irlanda.

En una fotografía se puede ver a una activista que muestra una pancarta en contra del papa Francisco mientras este recorre las calles del centro de Dublín a bordo del papamóvil. En la cartulina se lee la frase “el papa es la cabeza del círculo más grande de pedófilos en la historia del hombre”.

Los manifestantes también colocaron zapatos de niños pequeños en las calles de la capital de Irlanda para exigir justicia ante los abusos sexuales cometidos por el clero.

Una de las principales manifestaciones transcurrió frente al Castillo de Dublín. Esta actividad fue organizada por la irlandesa Margaret McGuckin, quien enfrentó abusos cometidos por religiosas en el internado Casa de Nazaret e impulsora de uno de los órganos estatales de investigación de casos históricos de abusos.

“El papa tiene ahora que dar la cara y hacer algo por las víctimas. Necesitamos que se concedan compensaciones, necesitamos que la Iglesia se responsabilice”, declaró McGuckin a los medios.

La activista agregó que el proceso de justicia contra estos crímenes debe contemplar acciones para llevar ante los tribunales a los obispos, sacerdotes, monjas y cualquier otra persona implicada en el abuso de menores o en el ocultamiento de los abusos.

En su opinión, las autoridades deben actuar con tolerancia cero e impedir que la iglesia se investigue a sí misma.

Otro grupo de manifestantes desplegó banderas y pancartas en Dame Street, ruta por la que el papamóvil recorrió las calles de Dublín ante más de 100 mil personas, según las cifras de la policía irlandesa.

Entre ese colectivo estaba el activista británico Peter Saunders, víctima de abusos y fundador de la Asociación Nacional de Personas que sufrieron abusos en la Infancia (NAPAC, en sus siglas en inglés).

Saunders también formó parte de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, establecida por Francisco en 2014, pero la abandonó ante la supuesta falta de cooperación de algunos estamentos de la curia romana.

“He venido a Irlanda para ofrecer aquí mi apoyo a los supervivientes. Si (la iglesia católica) fuese como cualquier otra organización, su dirigente debería hacerse responsable para atajar un problema de su compañía. Las palabras son muy bonitas, pero queremos ver acciones”, declaró Saunders.

Calles vacías

En redes sociales también se compartieron vídeos en los que se muestra al papa en su papamóvil mientras avanza por las calles solas de Dublín. Ningún fiel intenta cruzar las barreras de seguridad y se observa al pontífice mirar hacia las dos aceras completamente vacías.

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