Las jerarquías del Abierto

Acapulco.- Desde el Abierto Mexicano les saludo una vez más con dos temas referentes.

Por supuesto la jerarquía se impone, Dominic Thiem, el ganador del año pasado, el campeón de nuestro Abierto Mexicano de Tenis, se quejaba, y por algun lado con justa razon, por el hecho de que el campeón defensor no había jugado en la Cancha Central, la del Estadio

Alfredo Domínguez Muro Alfredo Domínguez Muro Publicado el
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Acapulco.- Desde el Abierto Mexicano les saludo una vez más con dos temas referentes.

Por supuesto la jerarquía se impone, Dominic Thiem, el ganador del año pasado, el campeón de nuestro Abierto Mexicano de Tenis, se quejaba, y por algun lado con justa razon, por el hecho de que el campeón defensor no había jugado en la Cancha Central, la del Estadio

Al final de cuentas las jerarquías se imponen, imagínese usted tener a Rafael Nadal y a Novak Djokivc, incluso a Juan Martín Del Potro, clasificado por debajo de acuerdo a la escala, al final de cuentas Del Potro ha tenido problemas por su lesión, pero necesitaríamos dos estadios completos para que cupiera toda la gente.

Por otro lado, hablando de jerarquías que se imponen, qué partido dieron el miércoles Novak Djokovic y Juan Martín Del Potro, sin duda alguna uno de los mejores partidos que hayamos visto en la historia de este Abierto en cuanto a intensidad e incluso drama, porque al final de cuentas son dos personajes que tienen una gran amistad entre ellos, habría que recordar aquellos Juegos Olímpicos de Río, cuando en el triunfo de Del Potro, Djokovic lloró de rabia, de coraje, de sentimiento y junto con él su amigo que lo había vencido, Juan Martín Del Potro.

Hoy las cosas son al revés y por lo pronto Novak Djokovic avanza y disfruta Acapulco, esperando nosotros esa Final soñada Nadal contra Djokovic.

Por otro lado, hablando de jerarquía se impone, Andy Murray se mete a una batalla que no es la suya. Es cierto haya en Dubai le ha costado trabajo pero está avanzando en la siguiente ronda, el tema se llama María Sharapova.

La tenista rusa está regresando y está utilizando, como debe ser, las invotaciones que ha recibido, como la que recibió aquí Novak Djokivic por haberse inscrito a destiempo, María por el hecho de no estar clasificada después de 15 meses de castigo por el tema de sustancias priohibidas, sustancias proihibidas que por cierto, hasta 15 días antes que se le detectaran eran permitidas.

Por lo pronto Roland Garros dice que no la recibirá, y este es un golpe de los más papistas que el Papa, de los que cree que son inmaculados.

Un punto importante, insisto, es que ella ya está lista para jugar de acuerdo al castigo que debió purgar, y lo hizo, por el otro lado, Andy Murray que dice que no debería invitarse a jugadores que han utilizado sustancias prohibidas.

Son palabras muy duras, muy fuertes contra sus colegas.

Pero insisto, jerarquía se impone y el Abierto de Francia ha generado un gran escándalo y el nuevo presidente de a Federación Francesa de Tenis lo ha propiciado.

Así las cosas pues, ni tanto que queme al santo… ni tanto que no lo alumbre. María Sharapova debe regresar porque ya cumplió el castigo que le impuso la Asociación Mundial Antidopaje, la Federación Rusa, la Federación Internaciona de Tenis, y Andy Murray, dejarse e irse a lo suyo.

Total, la semana que entra Murray deberá enfrentar a Nadal y a Djokovic, que se los vamos a mandar desde el Abierto Mexicano de Tenis embalados, y como navaja de rasurar.

Los cinco dominaron el escenario deportivo, y como dijo aquel: “La jerarquía llegó para imponerse”.

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