Nuevamente es la violencia el protagonista central de un fin de semana futbolero que hace palidecer a las chocantes y aburguesadas actitudes en que han caído el América y los Tigres, o al eficaz pero paupérrimo estilo del Veracruz y su folclórico “Chelís”, también el que después de muchos meses disfrutamos el primer golazo de Aldo De Nigris con Chivas, o los paradones de nuestro porterazo nacional José de Jesús Corona, y por supuesto al espantoso autogol de Verón que regala tres puntos de sus Pumas a Rayados, y hasta el golazo del “Hobbit”, al que suponíamos jugando con las infantiles de 6º. B, ahora con este sufrido Querétaro arrastrado en la desgracia de los pillos de Oceanografía, que viaja a visitar a Tigres casi de aventón y además les pasa por arriba.
Nada futbolero, nada de cancha puede destacarse cuando en el Jalisco una horda de barbajanes y cobardes dan portazo, metiéndose a la fuerza al estadio y luego se lanzan de montoneros a golpear a una decena de policías, mientras que un grupito de acomplejados escudados en la cobardía del anonimato, lanzan insultos racistas al jugador leonés Eider Loboa, bien por la directiva leonesa que los localiza y los saca pero…
Esos castiguitos mamones…
No bastan, no sirven para nada, no asustan a estos barbajanes que gustan de sentirse hombres valientes solo cuando están “en bola”, escudándose precisamente en esa cobardía del anonimato.
Este grupito de chistocitos – cobardes – acomplejados, son localizados con sus playeras de Cruz Azul y sacados a la fuerza del Nou Camp, remitidos seguramente a algún ministerio público que levantará el acta y con una multa y chance con otra “lanita” para acelerar el trámite, estos bravucones ya deben estar en sus casas presumiendo su “valor”.
Y allá en el Jalisco, casa del Atlas, un grupo de pseudo aficionados Chivas se hacen los valientes arropados por estar “en bola”, dando portazo para entrar sin boleto.
Otro grupo de vivales los sigue y al apretarse las tribunas con sobrecupo viene el caos.
La fuerza pública no es suficiente, comienzan las faltas de respeto e insultos al pequeño grupo policiaco, fiel reflejo de ese respeto que tristemente van perdiendo las autoridades o sus representantes allá en donde cuenta, en la calle, en la vida de todos los dias.
Femexfut-clubes-autoridades
Escucho voces ligeras y las amargadas de siempre que gritan a los cuatro vientos exigiendo acciones por parte de las Femexfut, como si desde esa instancia se pudiera solucionar de tajo estos dos diferentes actos de violencia.
No es solo responsabilidad de la Femexfut como máximo organismo rector de nuestro “Fut”, tampoco de los equipos, en este caso León y Atlas, o de las autoridades locales de León o Guadalajara, nada de eso, se requiere con urgencia una estrategia general en contra de esta violencia pero transplantada a quienes deben ejercerla, las autoridades locales, estatales y federales en conjunto con la Femexfut y los equipos, encontrando una estrategia particular para cada equipo, para cada ciudad, para cada estado en una sola estrategia nacional, de otra manera solo haremos esos castiguitos mamones de cerrar estadios, llevar a tres o cuatro pelafustanes al Ministerio Público que los soltará en unas cuantas horas.
Justino, Decio y los demás
La Femexfut, la Liga MX y sus asociados deben convocar con urgencia formar una Comisión (de las que sí trabajen) con autoridades locales, estatales y federales para formar un código – estrategia de prevención y de acción en contra de esta violencia que cada día se viene haciendo costumbre.
La Femexfut y los equipos, tan ahorradores ellos, deben reconocer que hay que pagar a los estados y municipios el apoyo necesario extra para llevar mas fuerzas de seguridad a los estadios.
“Nosotros los MEDIOS” debemos hacer nuestra parte dando a conocer las fotografías y videos de estos barbajanes para darles así un escarmiento de castigo social.
No tengo la solución
Por supuesto no soy experto en medidas de seguridad, para esto están las autoridades de Seguridad Pública, aquí simplemente señalo algo que en muchas ocasiones se pasa por alto, el sentido común que en ocasiones no es el mas común de los sentidos… Así de fácil.