GANAR COMO SEA
Las Finales hay que ganarlas como sea, pero también está prohibido fallar en situación clara de anotar.
El siempre seguro ORIBE falla un penalti que coronaría el dominio casi total del América en el primer tiempo, minutos más tarde el André-Pierre Gignac se fabrica una que lleva hasta el mano a mano en el que supera a Moisés Muñoz para el 1-0 justo en la última jugada del primer tiempo.
Este era el peor escenario para los de La Volpe que lo habían superado todo, hasta el JET LAG, viene el gol de Gignac y parecía que se venía la noche para el América, solo que se necesita mucho más que eso para doblarlos, el córner que remata Bruno Valdés pone las cosas parejas y a jugar.
DE ORIBE PARA GIGNAC
Curioso que durante la semana se movió mucho el tema del “frente a frente” de los dos líderes naturales, Oribe en el América y Gignac de Tigres.
El francés se fabrica la suya y anota, mientras que a Oribe le dan un penalti y lo falla, aún así América con el sello de La Volpe no baja los brazos y en untiro de esquina aparece Bruno Valdés para la igualada parcial.
FANTASMAS SOBRE EL AZTECA
El viejo dicho “El que perdona pierde”, se hace presente como fantasma sobre la cancha del Azteca cuando el América de LA VOLPE, hace todo lo que la teoría indica, controla el tiempo, la pausa, el ritmo, el balón, arrin cona a los Tigres del “TUCA” en su propia cancha, es más hasta les marcan penalti muy al límite a favor, y el siempre certero ORIBE lo falla estrellándolo en el larguero.
Tigres mientras tanto, aguanta hasta el 44’ cuando André Pierre GIGNAC (¿Quién más?) aprovecha que el lateral nominal Bruno Valdés se pasa para despegar desde media cancha, entra al área, amaga, aguanta la salida de “MOI” MUÑOZ para pasarle la pelota entre las piernas en apenas su tercer balón toca do de la noche y ¡ZAZ!, golazo del francés y Tigres arriba y a descansar al medio tiempo.
EL FACTOR LA VOLPE
Seguramente para los americanistas que derrocharon esfuerzo y entrega en todo el primer tiempo, controlándolo todo a pesar de que muchos supondríamos todo lo contrario, debe haber sido más frustrante que el jet lag del regreso de Japón.
Esto es como para que se te vengan todos los dolores, calambres, sueño perdido de tantos días de jaleo antes, en y después del Mundial de Clubes, es como si se te viniera la noche y aquí es cuando el colmillo y autoridad de La Volpe se ponen a reto y logra levantar a sus jugadores de esta desventaja que era como ir corriendo y estrellarse contra la pared.
SOLO VALEN LOS GOLES
Por el contrario, los de “TUCA” soportaron el embate del Amé- rica en ese crucigrama que La Volpe mandó a la cancha con Ibarra y Miky Arroyo tapando las posibles salidas de los veloces y gambeteros Javier Aquino y Jurgen Damm por los costados, lo que impedía a la dupla Gignac-Sosa hacerse del balón.
En apariencia “Tuca” pierde la partida en el primer tiempo cuando muchos suponíamos que se iría con todo a tratar de exprimir a los americanistas por el tema del cansancio del viaje a Japón, logran la igualada parcial que en las condiciones del juego es como para llevarse a la Finalísima a Monterrey la MORAL POR LOS CIELOS.
GIGNAC, NI CON EL LÁSER
Por ahí del 56’ aparece el clásico chistosón cobarde que, escudándose entre la multitud, apunta el láser a la cara de Gignac, el francés se queja, apenas le hacen caso, se olvida y a jugar, al fin y al cabo ni “MOI” Muñoz ni el láser lo pudieron parar.
Ya en el 75’ el francés sale en el carrito de las desgracias después de ponerle el collarín de seguridad por esa tremenda torcedura, lo llevan directo al hospital entrando al relevo su compatriota Andy DELORT.
