Será hoy martes cuando Andrés Manuel López Obrador lleve a cabo su primera visita como presidente electo en Monterrey.
Se espera que en la mañana, previo a su encuentro con empresarios el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, reciba en el aeropuerto regiomontano a López Obrador en la mañana.
El encuentro entre AMLO y “El Bronco”, antiguos contrincantes en la campaña presidencial, se espera de pronóstico reservado.
Luego de su reunión con Rodríguez, López Obrador estará con más de 100 empresarios regiomontanos en un evento que organiza la Caintra que encabeza Juan Ignacio Garza Herrera.
Luego Andrés Manuel tiene agendada una comida privada con el Grupo de los 10 donde estará acompañado por Alfonso Romo, quien será el Jefe del Gabinete presidencial.
Se espera que López Obrador tenga un encuentro también con obispos encabezados por el Arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera.
El regreso de Torres
Con el regreso de Enrique Torres al Gobierno de Jaime Rodríguez, también volverá la rivalidad con el excoordinador de campaña presidencial con Manuel González, secretario general de Gobierno.
Manuel y Enrique definitivamente no se llevan y sus desencuentros han llegado incluso hasta la amenaza de golpes.
Desde que terminó la elección presidencial, Torres buscaba regresar a la Secretaría de Administración, cargo que maneja las licitaciones, pero el secretario general de gobierno hizo todo lo que pudo para evitar el nombramiento.
Las cuentas pendientes en el manejo financiero de la campaña presidencial, que operó Torres, mermó la confianza entre Torres y Jaime.
Hoy Jaime rescata a su amigo Enrique y lo pone como titular de la Coordinación de Proyectos Estratégicos Urbanos, una dependencia que sin recursos como está el estado para realizar obra simplemente es un elefante blanco y una beca para Torres.
¿Ganó Manuel? Es probable, pero para él lo mejor hubiera sido que Enrique Torres no regresara al gabinete estatal ni siquiera al Fideproes.
Desfiguros en el Congreso
La primera sesión ordinaria en el Congreso del Estado exhibió ayer la inexperiencia y la falta de preparación de algunos integrantes que conforman la LXXV Legislatura.
Está el caso de la diputada de Morena, Celia Alonso Rodríguez, que ayer protagonizó algunos desfiguros que provocaron algunas risas de sus compañeros.
Cuando subió a tribuna, en lugar de terminar su intervención con el “Es cuanto, señor presidente”, como marca el protoco legislativo, la legisladora concluyó deseando abrazos para todos.
No fue el único papelón que protagonizó esta legisladora que impulsó el casinero Luis Carlos Urzúa.
Celia Alonso fue la única diputada de Morena que no firmó el nombramiento de Claudia Tapia como coordinadora de la bancada de Morena. En uno de sus desplantes la diputada que presume ser fundadora de Morena en Nuevo León amagó con renunciar al partido y declararse diputada independiente.
Pero luego se arrepintió.