Anaya y Zepeda: mucho que explicar
El que reapareció ayer fue Ricardo Anaya, excandidato presidencial del PAN. No se sabía nada del panista desde el día de la elección. Anaya se reunió con su amigo Damián Zepeda, dirigente nacional blanquiazul, días antes de que se celebre este fin de semana el Consejo Nacional panista donde se definirá el proceso para la […]
Redes de PoderEl que reapareció ayer fue Ricardo Anaya, excandidato presidencial del PAN. No se sabía nada del panista desde el día de la elección.
Anaya se reunió con su amigo Damián Zepeda, dirigente nacional blanquiazul, días antes de que se celebre este fin de semana el Consejo Nacional panista donde se definirá el proceso para la elección del nuevo presidente blanquiazul.
El cónclave será difícil para Anaya, que tendrá que explicar a los panistas las causas de la derrota frente a Andrés Manuel López Obrador. Pero es Zepeda quien la tiene más complicada. No sólo está obligado a presentar un informe sobre la debacle electoral, también deberá enfrentar las críticas de que en tiempos de vacas flacas se sirvió con la cuchara grande incluyendo una senaduría plurinominal.
No se mandan solos
La dirigente nacional del PRI, Claudia Ruiz Massieu, sostuvo ayer una reunión algo áspera con diputados locales electos priistas de todo el país.
La líder tricolor les ofreció a los legisladores elegidos todo el apoyo y les pidió comunicación permanente con el CEN. En pocas palabras: les dejó claro que no se mandan solos.
El encuentro de Ruiz Massieu con los próximos diputados no estuvo exento de problemas.
La designación del hijo del exgobernador Víctor Cervera Pacheco como secretario de la Conferencia Nacional de Diputados Locales Priistas, provocó acusaciones por parte de los diputados de Campeche y Chiapas, que dejaron la reunión para no votar.
La caja negra
El gasto de los partidos para promover sus candidatos en redes sociales se ha convertido en una auténtica caja negra. No hay forma de saber si lo que informan los candidatos en sus reportes de gasto de campaña es real porque las empresas como Google y Facebook tampoco ponen mucho de su parte con el INE.
Pese a la sospecha de estas irregularidades, el Consejo General del INE aprobó ayer la fiscalización de la elección federal del 1 de julio.