Una cosa es llegar…otra es sostenerse

Y el británico Andy Murray por primera vez en su carrera, (por cierto, es escocés, pero ya sabe usted que cuando los británicos pierden son escoceses y cuando ganan son británicos), es el número uno del planeta por arriba de Djokovic y los que usted me ponga.

¿Qué significa esto?, bueno pues Novak Djokovic, después de cerca de 230 semanas como número uno del mundo, 122-123 de forma consecutiva, vamos poniendo esto en un año calendario, significa más de dos años consecutivos para Djokovic como líder del ranking de la ATP y si me apura, más 

hacia los tres años.

¿Qué ocurrió entonces cuando Andy Murray comienza enero con cerca de 7 mil puntos de desventaja de lo que traía Djokovic?, para muchos de nosotros, el serbio era el número uno indiscutible y tendría que mantenerse así por un buen rato en la cima del planeta.

¿Por qué le pudo recortar 7 mil puntos Murray a Djokovic?

Punto importante es cosificar qué significan 7 mil puntos, significan pues cerca de dos Grand Slams, más varios torneos Master mil, más algunos otros como Acapulco, eso significa.

¿Qué pasó entonces con Djokovic?, ¿por qué perdió una diferencia de 7 mil puntos ante Murray?

Bueno el problema de Djokovic radica en el éxito del año pasado, por eso me gusta mucho a mi la forma en que la ATP hace su cuentas, es un año calendario, los puntos que tú ganaste el año pasado te los quitan el día anterior al comenzar el torneo y luego te dan los que ganas en ese torneo.

De tal manera que Djokovic ha tenido en el 2016 un año de ser humano, perdió en algunos torneos en Cuartos de Final, ha ganado otros, ha llegado a otras Finales y Murray ha sido constante sin hacer una temporada perfecta, lo que significa que siendo los dos nivel humano, pero de Grandes 

Ligas, vamos a tener un gran 2017 con agarrones entre estos dos de forma sensacional.

¿Y qué pasa con Roger Federer que ya no está en el Top 10 y con Rafael Nadal?, ellos ya no llegarán al número uno que será disputado entre estos monstruos del tenis, Djokovic y Andy Murray.

Insisto, una cosa es llegar, otra cosa es sostenerse.