Animalización inexplicable
Vicente Fox vuelve a insistir en que hay que cerrar filas en torno al ganador de las elecciones presidenciales del ya inminente primero de julio.
Pero el suyo no es un pronunciamiento democrático porque no deja abierta la puerta a cualquier ganador. Se pronuncia sin pudor a favor de Enrique Peña Nieto.
El que fuera el primer presidente panista de México vuelve a darle la espalda a su candidata Josefina Vázquez Mota, a quien en un acto de alta hipocresía política le juró hace algunas semanas amor eterno en Monterrey.
Redes de PoderVicente Fox vuelve a insistir en que hay que cerrar filas en torno al ganador de las elecciones presidenciales del ya inminente primero de julio.
Pero el suyo no es un pronunciamiento democrático porque no deja abierta la puerta a cualquier ganador. Se pronuncia sin pudor a favor de Enrique Peña Nieto.
El que fuera el primer presidente panista de México vuelve a darle la espalda a su candidata Josefina Vázquez Mota, a quien en un acto de alta hipocresía política le juró hace algunas semanas amor eterno en Monterrey.
Pero Fox terminó poniéndole los cuernos a Josefina y al PAN. Y sabe Dios por qué extraños acuerdos, el de las víboras prietas, las alimañas y las tepocatas ahora pernocta con ellas. Se regodea con los que consideraba reptiles y les rinde culto.
A lo mejor es porque el ahora presidente del Rancho San Cristóbal terminó más identificado con los priistas que con los panistas. Y como dice el refrán, “aves del mismo plumaje…”.
Sería cuestión de volver a cuestionar sobre el origen de los dineros con los que expandió su rancho en donde construyó esa lavandería de egos y favores llamada Centro Fox.
¿Alguien de verdad cree que ese instituto aporta algo serio a México?
Sobre todo cuando en las brechas del famoso rancho San Cristóbal pueden verse todo tipo de animales exóticos donados en su momento por Tomás Yarrington.
Sí, por el ex gobernador priista al que ahora le cuestionan todo. ¿Le pedirá la Siedo a Fox pasar a declarar para que explique sobre la “animalización inexplicable” cortesía de Yarrington en esa finca que mereció en su momento la controvertida portada de la revista Quién?
El debate #YoSoy132
Sin duda uno de los temas de la semana que inicia será el debate que el martes próximo sostendrán en la Ciudad de México tres de los cuatro candidatos presidenciales en el marco del movimiento #YoSoy132.
Transmitido a través de YouTube y teniendo como sede la Comisión de Derechos Humanos del DF, en ese foro medirán sus fuerzas Josefina Vázquez Mota, Andrés Manuel López Obrador y Gabriel Quadri.
La ausencia de Enrique Peña Nieto es entendible. El movimiento se declaró antipeñista y sus estrategas del llamado war room piensan que sería un suicidio asistir.
Sería la crónica de una muerte anunciada.
Pero esa ausencia no dejará de calar hondo y habrá que esperar para ver qué tanto impacto genera en el post debate.
Podría ser tan mal cálculo como el de López Obrador en el 2006 cuando dijo “paso”.
El debate no lo tocó
El candidato de la coalición Movimiento Progresista Miguel Ángel Mancera se quedó esperando el ataque de Isabel Miranda de Wallace.
Algunos adelantaron que la panista lanzaría algunos dardos envenenados con el tema de la corrupción en la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del Distrito Federal (Seduvi).
Y esperaban esta contraofensiva luego de la airada protesta que le organizaron los publicistas la semana pasada afuera de las instalaciones de la Canacintra.
Pero al parecer detrás de esta aparente omisión hay una razón muy poderosa.
Y es que dicen que el ex procurador le tenía guardados –por si las dudas– algunos amparos que Isabel ha interpuesto a través de su empresa Showcase para evitar el desmantelamiento de sus espectaculares.
Efectivamente no hubo sorpresas ni sobresaltos y los expedientes fueron guardados para una mejor ocasión.
Wallace omitió el tema por completo y Mancera no la atacó pese a que le atribuye a la candidata la organización de la sonada protesta de los publicistas.
Pero hay otra versión que soportaría los escasos golpes que dieron en el blanco de la campaña de Mancera.
Ayer domingo corrió la versión de que Rosario Guerra habría pactado con los colaboradores del candidato una especie de tregua: ella no tocaría al perredista, y se sumaría a los ataques en contra de Wallace y Beatriz Paredes.
Al parecer Guerra lo cumplió. Y el tono crítico contra la priista soporta esta teoría.