En una escala del 1 al ya-estoy-hasta-la madre-del-encierro, ¿dónde se encuentran queridos lectores?
En una escala del 1 al ya-estoy-hart@-de-usar-cubrebocas-hasta-en-el-baño, ¿dónde se encuentran queridos ciudadanos?
En una escala del 1 al soy-desobediente-con-las-medidas-oficiales, ¿dónde se encuentran queridos opositores de la 4T?
Hemos llegado a grados insospechados de violencia en estos días, de todo tipo además, ¿acaso estaremos siendo víctimas del estrés que nos genera el encierro? Porque el amedrentamiento está en los pocos espacios urbanos que están abiertos.
Basta con ver los carteles que nos acosan a forzosamente usar cubrebocas, aquellos mercados que indican que se permite únicamente acceso con estos aditamentos faciales y también, cada vez más municipalidades que lo exigen portar.
Pero en contraste la ciudadanía aplica su libre criterio, en una ocasión me tocó ver en un súpermercado, a una mujer portar su casco de Darth Vader, sin pena absoluta, ganas no me han faltado de hacerme de una escafandra con tanque de oxígeno, o mejor aún, una careta de soldador. Qué moda hipster ni avant garde, mejor el estilo industrial plus urbano/marino.
Además, antes el limosneo era solamente en las caminatas por las calles, ahora se ha vuelto virtual, y cualquiera puede abrir su campaña de Donadora para pedir un sustento económico. El mercado de chácharas del Thunderdome de Mad Max, metido al cyberespacio, chale.
Es momento de aprender, de observar, de escuchar, de leer, de capturar, de interiorizar, ya hasta estudios a bote pronto hay de cómo los trastornos de sueño en la pandemia están resultando, y flash news, hay más soñadores lúcidos, pero pues era de esperarse, porque al interrumpir el ciclo REM, hay más posibilidades de tener pensamientos oníricos intensos, al volver a recuperar el descanso nocturno.
Entonces, aunque sea desde el encierro, aprendamos algo nuevo, observemos el entorno, escuchemos el trino matutino, leamos esos libros olvidados, capturemos en la memoria nuestro andar y llevemos al interior esta película postapocalíptica que narraremos a generaciones ulteriores.
¿Qué hicimos para merecer esto?
Más de uno se estará cuestionando su realidad, tal vez acercándose a lo religioso, o a lo zen o quien sabe, a algún otro “vicio” para calmar a la mente, pero bien podemos seguir reflexionando, o alimentar los demonios internos, y creo que ello se puede lograr con Cosmópolis (2012).
Esta película de David Cronenberg, basada en el libro homónimo de Don DeLillo, es una cierta crítica a la sociedad de opulencia, que pocas veces se atreve a observar a su alrededor, y menos a ser parte de las clases inferiores, este es un viaje a las calles de Manhattan, desde la óptica de un magnate que nada tiene que perder en la vida, pero cuando de despilfarrar tiempo se trata, toma su limosina y pretende cruzar la ciudad para solamente tener un corte de cabello.
Con la llegada de la segunda temporada en mayo de Homecoming, darle un repaso a los primeros episodios vendría bien, sobretodo porque se basaron en el podcast del mismo nombre del 2016 y que dos años después Amazon convirtió en serie con Julia Roberts.
Explicar o tratar de darle una sinopsis coherente a este programa, caería fácilmente en el spoiler, por lo que es mejor solamente adentrarse en este thriller que ofrece suspenso y mucha intriga, además de que su ficción bien podría ser símil a la realidad, o al menos una no tan alejada en un futuro incierto.
Y para cerrar en nuestra terna de pensar para tiempos difíciles, Antes que sea tarde (2016) mejor conocido como Before the flood, es un documental que Leonardo DiCaprio produjo y además se comprometió por completo, para exponer las terribles consecuencias del cambio climático.
Este testimonial el histrión lo hizo en parte cuando rodaba El renacido (2015) junto a Alejandro González Iñárritu, de hecho se ve al cineasta mexicano participando en el documental, explicando que lamentablemente por el deshielo temprano de Canadá, tuvieron que cambiar completamente su plan de producción, para trasladarse hasta La Patagonia, Argentina y ahí continuar con las secuencias de parajes nevados, un trastorno real el que vive el planeta tierra con el calentamiento global.