Atlas y Pumas romperán quinielas

Habiendo llegado como convidados no pronosticados, estos dos equipos tienen en un puño a los favoritos obligados, las Águilas del AMÉRICA y TOLUCA.

Por el ATLAS, tan presionado por la quema del descenso, no apostábamos ni dos pesos al arranque del torneo. Por PUMAS ni uno después de su espantoso arranque con cuatro derrotas en las cinco primeras jornadas.

Tomás y el Atlas, nada de presión

Alfredo Domínguez Muro Alfredo Domínguez Muro Publicado el
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Habiendo llegado como convidados no pronosticados, estos dos equipos tienen en un puño a los favoritos obligados, las Águilas del AMÉRICA y TOLUCA.

Por el ATLAS, tan presionado por la quema del descenso, no apostábamos ni dos pesos al arranque del torneo. Por PUMAS ni uno después de su espantoso arranque con cuatro derrotas en las cinco primeras jornadas.

Tomás y el Atlas, nada de presión

Lo realizado por el Atlas es digno de reconocimiento y más que una felicitación. GUSTAVO GUZMÁN y su colmillo retorcido, jefazo del área de futbol de GRUPO SALINAS, sabía lo que hacía al regresar al grupo al llamado “Jefe” Tomás BOY, con el objetivo único de salvarse de la quema del descenso y ya de ahí lo que venga es bueno.

Para esto, Gustavo y sus asesores tomaron la difícil y dolorosa decisión de desmantelar al Monarcas MORELIA y no invertirle sino “peanuts”, y así llevarse a jugadores clave como el porterazo FEDERICO VILAR y el talento en media cancha de ALDO LEAO.

Además de meterle dinero a refuerzos clave solicitados por el ojo de uno de los hombres que mejor leen el futbol en nuestro país: Tomás BOY.

Del ATLANTE se trajeron barato a Luis Venegas, al “NEGRO” Medina lo repatriaron del América, lo mismo que a Edy BRAMBILA de Toluca.

La capacidad de Tomás llega a tal grado que se trae al “PALETA” Esqueda que vivía una terapia intensiva futbolera en Pachuca para resucitarlo y serle fiel hasta morir al “Jefe” Boy.

Hasta el voluble “Gringo” Castillo recupera nivel.

Con los ojos cuadrados…

Nos ha dejado este Atlas acostumbrado a pelear de media tabla hacia abajo y, como lo señalamos, incluso a pelear hasta la última fecha del torneo anterior por no descender con mi bocabajeado ATLANTE, que todavía los demanda sin justificación, por el cambio de propietario del “Club Atlas” a Grupo Salinas, que los rescata de la bancarrota.

Con los elementos en casa, Tomás y su cuerpo técnico se dieron a la tarea de hacer una excelente pretemporada.

Los resultados se fueron dando, después de arrancar con un empate ante Tigres vinieron cuatro triunfos en fila que los alejaron rápidamente del piso caliente, derrota en Pachuca que los ubica, dos empates con Santos y en Veracruz, y luego cuatro triunfos en cinco juegos los hacen soñar con la Liguilla.

Cierran con derrota por goleada en León, empate con Xolos y terminan con el ánimo por las nubes al derrotar con justicia al mismísimo AMERICA 2-1 en el Azteca.

Salvados del fantasma de irse a la cama y despertar angustiado por el descenso, todos en el grupo, desde Gustavo Guzmán hasta el aguador de reemplazo, ponen el listón muy alto, la Final que entregue al ATLAS ese título que desde 1950 no festeja con sus millones de aficionados, por esto no es casualidad que ayer antes de arrancar la práctica con vistas al juego contra MONTERREY, Tomás gritara:

“¿No está nada mal un torneo de 31 puntos, ¿no?”.

Solo esperaría que ese carácter ególatra, soberbio, pretencioso y dueño único de la verdad, no lo pierda en esta ocasión, si logra superar esto que se contagia muy fácil a sus jugadores, y poner los pies en la tierra como cuando llegó con cierta (no mucha) humildad a la pretemporada, entonces el ATLAS tiene con qué meterse a la finalísima.

Leandro cobra poquito

Las leyendas urbanas corren como reguero de pólvora con cualquier excusa, si es chisme todavía más rápido, y si a eso le añadimos el morbo de los criticones empeñados en resaltar todas las decisiones equivocadas, pues todavía más.

Este es el caso de LEANDRO AUGUSTO, este rubio de cabello largo lacio y escaso tan identificado con la muy exigente y conocedora tribuna PUMA, las dos, la del Palomar y la de enfrente.

LEANDRO cumplió su ciclo en Pumas para emigrar al recién ascendido XOLOS, en donde cumplió con suficiencia aún y a pesar de haber visto pasar sus mejores años. Allá en la frontera le cortaron el cabello y como a SANSÓN se le fue la fuerza.

En Tijuana le dan las gracias y antes que el retiro, el gran LEANDRO decide tocar la puerta de la oficina del presidente PUMA, JORGE BORJA, al que le pide jugar gratis.

Don JORGE no aprueba esto de no cobrar y se arreglan por menos que el mínimo futbolero, suponiendo que estaría ahí como apoyo de los jóvenes y si en alguna ocasión el entrenador, uno de los varios que por ahí han pasado últimamente, se le ofrece, hasta unos minutos podría jugar.

LEANDRO acepta y se mete a trabajar con todo fiel a su costumbre, de poco a poquito se va ganando banca, luego minutos hasta alinear en 8 partidos, con más minutos y más influencia que, por ejemplo, el refuerzote MATÍAS BRITOS, fracaso absoluto en este torneo.

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