Muchos se preguntan: ¿y por qué no se refleja en las encuestas –que en coro afirman que nada ha cambiado– el despertar de los jóvenes? Porque no hay manera de medir lo que apenas nace en el mundo interno. Lo creado en el reino de los sueños es real, hasta que se manifiesta en el mundo de la forma. Somos un sueño original que se está despertando a sí mismo. Un sueño de grandeza y sabiduría. Hoy México es una luz de esperanza para el mundo.
Aquí y ahora existe un pensamiento que nos está convocando a la unidad por encima de las diferencias. Es el llamado del espíritu: el anunciado vuelo del águila real.
Es muy difícil meter en la probabilidad y la estadística lo que sucede en el país, simplemente porque es algo sin precedente, tan nuevo como un bebé que nace sin nombre. Una conciencia colectiva nos provoca imaginar más alto y más grande: la unidad más allá de las divisiones. Un nosotros compartido abrazando con cariño al yo egoísta. “La razón la tengo yo” pierde el juicio contra “la verdad somos todos”. La izquierda y la derecha se estrechan la mano y juntas abren la puerta al puede ser. Un espíritu de hermandad, parecido al que se respiró en el DF después del trágico temblor del 85, impregna el aire y nos inspira a reconstruir el país mano a mano.
La duda se vuelve certeza cuando se pone en acción. Cuando uno se ocupa, sin echarle la culpa a nadie, las preocupaciones desaparecen.
A todos nos duele ver a México en el estado anímico en el que se encuentra, es parte del duelo, hay que soltar lo que ya está muerto para darle espacio a lo que nace. Hay que soltar los prejuicios que nos separan. Hay que soltar los odios, los rencores y las culpas que el viejo sistema nos inculcó a todos por igual. El miedo es lo que nos impide volar como colectivo. El miedo nos nubla la mirada, por eso vemos al opuesto como si fuera un enemigo. Hay que soltar los miedos atávicos para desplegar las alas reprimidas.
Es hora de conciliar los opuestos para encender la luz apagada.
Tengo la certeza de que la conciencia #Yosoy132 ganará las elecciones del 2012 en México. ¿De qué manera? No tengo idea del cómo (sino no sería sorpresa).
Se nos está revelando una verdad espiritual de manera masiva, es un acontecimiento para el que nadie nos preparó. Evento que trastoca por completo los sistemas lógicos y mentales que reconocemos como válidos para explicar los hechos. Estamos recordando, entre todos, que somos una red. Y la realidad se seguirá transformando hasta cambiar por completo, cuando por arte de magia entremos juntos en sincronía. El poder creador de la red se manifestará ante nuestros ojos. Sentiremos en carne propia la fuerza del latido de un solo corazón. Lo que parecía inimaginable se convierte en suceso histórico. El ánimo nacional vuela hasta los cielos.
El punto de quiebre es también el punto de sincronía.
El pesimismo crónico se preguntará: ¿y cómo así, si solo faltan pocos días para la elección? La sincronía sucede en un instante y se propaga a la velocidad de la luz. Yo soy es el poder creador. Y si lo creo, lo hago.
#Yosoy132. Yo soy el responsable de la creación. Augurio de sorpresa.
PD: El #Debate132 inauguró un puente de interconexión humana entre los ciudadanos y el poder político, sin instituciones de por medio. Preámbulo del primer gobierno de participación ciudadana, en red.