A pesar de que muchos insisten en vender la reforma energética como algo que necesita la industria petrolera para seguir avanzando, la inyección de capital y por ende el retorno de la rentabilidad, no quedará en manos mexicanas.
Los mexicanos han demostrado no tener aún la capacidad empresarial para liderar las empresas más importantes del país.
Sucedió así con los bancos y sucederá así con el petróleo.
Lo que no terminamos por entender es que no es un recurso natural más que tiene nuestra linda tierra como lo aseveran algunos financieros que pecan de mucho número, pero pareciera carecen de conocimiento de política.
Guerras se han librado en Medio Oriente para poseer el oro negro.
No olvidemos lo ocurrido a México en la Segunda Guerra Mundial cuando después del bloqueo económico de Estados Unidos y Gran Bretaña por la expropiación petrolera tuvieron que dar su brazo a torcer al darse cuenta que México estaba siendo un importante proveedor de Alemania, no solo de petróleo si no de metales importantes como mercurio y aluminio.
Las materias primas hacen un país independiente de otros, es lo que los hace poderosos. El recurso más importante hoy por hoy es el petróleo y la energía. Más ahora que toda nuestra vida depende de vivir conectados.
Debemos tener en cuenta que si se han librado guerras tan dolosas en Medio Oriente por este recurso, debemos estar muy pendientes de los intereses internacionales que están detrás de esta reforma energética.
Las pirañitas mexicanas, políticos o empresarios que buscan proteger sus intereses, que ya se encuentran trabajando en el sector, son pequeñas marionetitas de los tiburones internacionales que pueden mover los mercados al grado de generar guerras para ello.
Ante la incompetencia mexicana demostrada en el sector financiero y empresarial, donde cada vez más grupos extranjeros son dueños de las rentabilidades generadas en México ¿quién pensamos se llevará el botín de esta reforma?