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El tremendo pecado de soberbia y el poder por el poder que conlleva, termina por ser uno de los más letales castigos para el que los padece como virus letal. Se llega al punto de creer que se levita, se despegan los piés de la tierra, Elba Esther Gordillo en México, Alberto Fujimori en Perú, y hoy Joseph Blatter en FIFA son casos similares y ejemplares.
Sentirse blindado
Todo parecía tenerlo controlado para su reelección número cinco el pasado viernes, la cual lo llevaría a un total de 20 años en el poder.
Había tejido una telaraña “perfecta” para controlar las votaciones a través de buenas tajadas “legales” a las federaciones futbolísticamente pequeñas, también a sus colaboradores los tenía “agarrados de los huevos”, pruebas de malos manejos, cochupos, sobornos, lavados de dinero. Lo sabían o intuían, pero se creían blindados por su lealtad a Blatter.
Grave error, el suizo empeñaría a su madre si fuera necesario.
Controlaba, a través de sus redes enmarañadas, el que su persona quedara libre de cualquier mancha aunque a la vista estaba su participación, que siempre rechazó con su cínico discurso, todo se intuía, se sabía pero no podía probarse… aparentemente.
El espejo Gordillo
En febrero de 2013 la justicia mexicana atrapó a la hasta entonces intocable Maestra Elba Esther Gordillo, líder, mandamás y mangoneadora del Magisterio Nacional desde 1989.
En el éxtasis de su soberbia, sus discursos en la campaña del 2012 y hasta el inicio del 2013 son retadores, se siente y actúa como “toda poderosa”.
Se reelige y eterniza en el SNTE (Sindicato de Trabajadores de la Educación) controlando cantidades archimillonarias provenientes principalmente de las cuotas sindicales. Es más, fabrica “su” partido, nueva alianza.
En esos años sufre recaídas de salud, algunas ciertas y otras presumiblemente no, gente cercana a ella le pasa mensajes clave, le piden que se haga a un lado, que esos mas de 20 años controlando el poderoso sindicato ya eran mucho tiempo, que con la enorme fortuna acumulada mejor se hiciera a un lado a sus casi 70 años (que cumplió en la cárcel) solo que cegada por la percepción de ser intocable los rechaza.
Fue solo una reelección de más y todo su imperio se vino abajo. Lavado de dinero, entre otras cosas.
Ahogan al capo
Hace una semana comentamos en estos espacios de Reporte Indigo con el título “les faltó el capo”, después de la redada tipo “Julia” en zona de ambulantaje en que levantaron a siete “distinguidos” leales a Blatter, a quienes había delatado el “sapo” Chuck Blazer, exsecretario de CONCACAF.
En aquel reportaje les comentaba que al legendario capo de la mafia norteamericana de los años 30, Al Capone, nunca pudieron probarle los cargos de traficante de licores prohibidos y de narcóticos, prostitución, asesinato, crimen organizado. A Capone lo agarran por temas de evasión fiscal.
A Joseph Blatter, el capo de FIFA, le ocurre algo similar. El error de haber dejado algún cabo suelto en el lavado de dinero o estar inmiscuido en esas maniobras desde Estados Unidos es lo que detona la investigación por el FBI
Acorralado y afuera
La especulación comienza, ¿qué hizo al Joseph Blatter altanero y soberbio del viernes pasado tras su reelección como presidente cambiar de opinión en solo cuatro días?
Aquella tarde, regocijado en su victoria pírrica, lanzó la amenaza a la UEFA: “olvido pero no perdono”.
Uno de sus cercanos, Jeff Webb de Islas Caimán ¿les suena el paraíso fiscal? actual presidente de CONCACAF, es de los detenidos en la redada del jueves.
El sapo confiesa
El norteamericano Chuck Blazer, metido y comprobado hasta las orejas en casos de sobornos y lavados de dinero, es el “sapo”, testigo “protegido conocido” del FBI, cercano al de Islas Caimán.
No es casualidad que el secretario de FIFA, Jérome Valcke, sea ahora el señalado como el “movedor” de 10 millones de dólares en 2008.
Al “capo” Capone lo atrapan por evasión de impuestos en los años 30.
Al “capo” Blatter le ocurre algo muy parecido.
Así de fácil.
Blatter
Su terquedad por ser el capo de FIFA a costa de lo que fuera tenía como base defender el Mundial Qatar 2022, construido en actos de cinismo y corrupción.
Su trayectoria es abominable, traicionando amigos, entre ellos a “su” protector Joao Havelange, a sus leales, corrompiendo a quién se necesitara corromper, siempre salvando su nombre.
Algo parecido a lo que le ocurrió al expresidente de Perú, la tierra de mi madre, Alberto Fujimori. Si el “Chino”, como le decían, no hubiera forzado una última reelección violentando hasta la constitución peruana ahorita estaría esperando a Blatter en una isla privada disfrutando de paseos en sus yates mega lujosos con la Maestra Gordillo como vecina gastando millonadas en San Diego.
