Cambios en el INE de NL y cifras de delitos manipuladas

Nos aseguran que Sergio Bernal tiene sus días contados como Vocal Ejecutivo del Instituto Nacional Electoral en Nuevo León.

Que incluso ya le pidieron a Bernal que inicie la búsqueda de casa en la ciudad de Oaxaca a donde sería reasignado a fines de este año.

La orden de reubicar a Bernal parece que viene directamente de Lorenzo Córdova, presidente del INE, quien por cierto el día de hoy andará aquí en Monterrey en un ciclo de conferencias organizado por el Trife.

¿Qué habrá dicho Bernal que enojó tanto a la gente de INE en la Ciudad de México?

En lugar de Bernal, estaría llegando a la ciudad Olga Alicia Castro Ramírez, quien actualmente se desempeña como directora de la Unidad Técnica de Vinculación con los Organismos Públicos Locales.

Castro Ramírez cuenta con arraigo en Nuevo León: es egresada de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración de la UANL.

Cifras de delitos manipuladas

No es un tema menor el denunciado por el procurador del Estado, Roberto Flores.

Son miles de delitos –principalmente robos a personas- los que dolosamente no se incluyeron en las estadísticas criminales durante la pasada administración con la intención de manipular los índices delictivos en el Estado.

El truco denunciado por Flores más o menos funcionaba así: Si una persona era despojada de su teléfono celular o billetera, por ejemplo, los agentes de la Procuraduría del Estado tenían la instrucción de abrir una acta circunstanciada y no una denuncia para reportar el robo.

Todos ganaban. El acta circunstanciada le permitía a la víctima blindarse por si alguien hacía un mal uso de su teléfono o de sus documentos.

Y la Procuradura podría presumir que sus delitos iban a la baja porque este tipo de robos no quedaban registrados en las estadísticas.

El tema le pega en la línea de flotación al actual alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza, que tendrá que explicar o deslindarse de esta práctica que imperó en sus tiempos de procurador estatal.

¿Y el G-20 del PRI? 

El llamado G-20, el grupo de priistas de Nuevo León, que se conformó a raíz de la derrota en la elección, se ha ido enfriando poco a poco.

Con Abel Guerra en Durango como delegado del PRI, con Rogelio Cerda en Puebla también, este bloque tricolor no logró consolidarse como una fuerza para contrarrestar el poder del exmandatario estatal.

El G-20 ni siquiera ha podido como pretendía hacerse cargo de la dirigencia estatal del PRI, que sigue en manos de Eduardo Bailey.

Tampoco han logrado delegaciones federales para convertirse en un contrapeso al gobierno de Jaime “El Bronco” Rodríguez.

Deslinde de Jorge Cuéllar 

Jorge Cuéllar nos manda a decir que no conoce a Karla Valadez Montoya, su presunta sobrina que trabaja en la oficina de Manuel González, secretario general de gobierno.

La semana pasada en este espacio publicamos que Karla Valadez Montoya se valió de Cuéllar para quedarse a trabajar en la administración del gobernador Jaime Rodríguez.

Esto a pesar de haber trabajado en áreas de comunicación con los exgobernadores Natividad González Parás y Rodrigo Medina.