Carnaval de fantasmas
Más cerca, en Miami, Novak Djokovic hace lo propio en la final ante “Rafa” Nadal. Pero aquí en nuestra LigaMX, los fantasmas del estadio hacen su carnaval metiéndole más calor a la lucha por no descender al infierno. De entrada inspiran al Atlas que le pasa por arriba al líder Cruz Azul, luego el Veracruz se convence de los letreros motivacionales del “Chelís” metiéndole 3-1 al Pachuca con cierta dosis de fortuna.
Alfredo Domínguez MuroMás cerca, en Miami, Novak Djokovic hace lo propio en la final ante “Rafa” Nadal. Pero aquí en nuestra LigaMX, los fantasmas del estadio hacen su carnaval metiéndole más calor a la lucha por no descender al infierno. De entrada inspiran al Atlas que le pasa por arriba al líder Cruz Azul, luego el Veracruz se convence de los letreros motivacionales del “Chelís” metiéndole 3-1 al Pachuca con cierta dosis de fortuna. Ambos están muy cerquita de su salvación cuando estos fantasmas, quizá equivocadamente, ayudan al peor Monterrey de muchos años a sumir en el fondo al Atlante con un 3-2 muy cerrado. Ya de salida, los fantasmas echan una manita al Puebla, que rescata un punto, combinaciones que dejan a mis Potros en situación más que comprometida para salirse de la quema del descenso.
Las aguas en su nivel
El viernes adelantamos que la escudería que mejor ha interpretado y puesto en la pista los muchos y complicados cambios en la F1 ha sido Mercedes, que ya toma ventaja con su segunda victoria en las dos carreras que se han disputado en esta temporada. Hace un par de semanas, Nico Rosberg se lo llevó todo de punta a punta al fallar Lewis Hamilton, que en contraparte domina todo el fin de semana, desde las primeras prácticas, luego en la carrera una arrancada soberbia desde la primera posición, esperando ver en los espejos de las primeras curvas el desafío y el ataque del Red Bull Renault del campeón Sebastián Vettel, que salía del segundo cajón, solo que para sorpresa de Lewis, pero más de Vettel, es Nico Rosberg el que se mete entre ellos con una arrancada soberbia desde su tercera posición, fintas por aquí y por allá del segundo Red Bull conducido por Daniel Ricciardo, que se enfrasca en un bonito duelo con su compañero Vettel, hasta que en la vuelta 40, cuando ingresa a pits por nuevas llantas, la tuerca de su llanta delantera izquierda no queda bien asegurada, se detiene para que sus mecánicos lo resuelvan y eso les cuesta 10 segundos de castigo, suficientes para asegurarle a Fernando Alonso y su decepcionante Ferrari el cuarto lugar, por delante del sorprendente Force India Mercedes, de Nico Hulkenberg. El compañero de nuestro “Checo”, que ni siquiera logró arrancar en su peor fin de semana en su carrera.
Los nuestros para llorar
“Checo” Pérez no ha podido adaptarse al Force India, y creo que lo más importante, tampoco Force India ha entendido a nuestro piloto, solo que aquí el que debe adaptarse pero ¡YA!, es “Checo”.
Unos pits más allá tampoco hubo que nada festejar con Sauber- Ferrari y Esteban Gutierrez. El regiomontano batalló, en una parada en pits el Sauber se apagó y no lograron encenderlo ni con “la llave de repuesto”, su compañero Adrián Sutil también abandonó prematuramente, mucho por investigar en este lado.
Hasta Tomás se queda callado
El Atlas sale inspirado, ordenado y contundente, marcando el ritmo del partido. Goles de todos estilos, ese primero de Martín Barragán a los dos minutos genera más confianza en los Rojinegros, hoy de blanco y gris, y conste que “Marquito” Fabián hizo de todo, hasta un gol, el del empate momentáneo, solo que esta vez Atlas traía mentalidad y espíritu de ganador. Hasta el técnico atlista Tomás Boy parecía tan sorprendido que dicen que el cuarto oficial pensó que estaba enfermo, no llegó a 20 reclamos.
Mientras que allá en Veracruz se sorprenden por todos lados. De entrada su público abandona a los Tiburones, ni medio estadio para verlos sufrir contra el Pachuca.
Luego el “Chelís” les pone cartulinas nuevas, no de reciclaje, con sus inspirados mensajes en lugar de las tediosas charlas técnicas. Más adelante, la sorpresa es mayúscula cuando Efraín Cortés, defensa de Pachuca, mete un autogolazo que los pone en ventaja, luego vendría el colombiano Enner Valencia, a un minuto de irse al descanso, les pone el quitarisas con el empate. Más adelante, la expulsión del tuzo Valencia a solo tres minutos de haber ingresado, cambia el sentido del partido. Veracruz mete dos más, gana 3-1 para coraje de los que no fueron a verlo en el Puerto. Allá en el Tec, el peor Monterrey de muchísimos años se engancha y le hace el 3-1 al Atlante que luego empujan para el 3-2 pero no es suficiente.
Toda esta combinación pone al Atlante muy cerca del infierno del descenso. Atlas muy cerquita de salvarse y el Veracruz va solo por cuatro puntos combinados entre sus aciertos, y las fallas atlantistas, que ponen ahora su esperanza en la pésima temporada que va cargando Puebla… Así de fácil…