No hay duda que la resistencia al cambio por parte de todos los actores –jueces, ministerios públicos y abogados- es el principal problema que enfrenta la implementación del nuevo sistema de justicia en Nuevo León.
Pero la designación de funcionarios como Juan Manuel Sánchez Rodríguez, hoy exhibido por su despotismo en los espacios de Reporte Indigo, garantiza sólo una cosa: el fracaso del Estado en la aplicación de la reforma penal.
Sánchez Rodríguez es un dinosaurio curtido en el viejo aparato judicial, un sistema que hizo de la corrupción casi una institución pública que se resiste a morir.
El expediente de este juzgador incluye suspensiones e inhabilitaciones por parte del Consejo de la Judicatura del Estado, y de acusaciones de abuso de autoridad y de corrupción que, incluso, lo recluyeron en la cárcel.
Con esos antecedentes no se explica por qué la expresidenta del Poder Judicial del Estado, Graciela Buchanan, designó a una persona como él como Juez de Control del Estado, responsable de velar por las garantías de las víctimas y de los acusados.
Buchanan simplemente olvidó lo que reza el dicho: “Chango viejo no aprende maroma nueva”.
Encuentros en Austin TX
Aprovechando el puente del 20 de Noviembre, más de 20 aviones privados de regios aterrizaron en la capital texana el pasado fin de semana.
Entre la gente de Monterrey viajaron empresarios y uno que otro político.
Pero lo que llamó más la atención, luego de que el regio Esteban Gutiérrez fue castigado y tuvo que largar desde el vigésimo sitio, fueron los dos polos albiazules que se encontraron en Austin.
Porque en un extremo estaba entre los asistentes el expresidente Vicente Fox, pero por el otro lado estaba el exmandatario Felipe Calderón. Claro que ni se saludaron.
Muchos buscaron al gobernador de Nuevo León Rodrigo Medina, pero no lo vieron.
Lo que llama la atención es que sí pudieron ver a su esposa y a sus hijas aterrizando en San Antonio la tarde del viernes.
La marabunta del Palacio de Cantera
Hay gente del PRI muy ocupada, incluso en medios de comunicación locales, difundiendo que la senadora Cristina Díaz no va por la gubernatura, que no es la candidata y que es obvio porque el gobernador tiene derecho de veto.
No cabe duda que se está moviendo toda la marabunta tricolor del Palacio de Cantera, incluso, tratando de que en algunas televisoras ya den por un hecho que la senadora no es aspirante.
Entre los alegatos de los detractores de la senadora Díaz, los tricolores medinistas aseguran que este “arreglo” se conoce desde que la senadora aceptó ser la nueva líder nacional de la CNOP.
Que ese puesto fue precisamente entregado a Díaz para que ya no busque la candidatura a la gubernatura.
Pero la verdad es que aquí todavía no hay nada arreglado para el 2015, al contrario, se percibe un ambiente bastante calientito que nada más advierte que el encontronazo viene con todo.
Los medinistas y los cristinos se van a dar hasta con la cubeta dentro del PRI, e igual pinta dentro del PAN.