¡No! No soy americanista, ni siquiera de clóset, tampoco soy anti-americanista, pero sí soy un convencido de que nuestro futbol necesita, por obligación, que nuestros llamados “equipos grandes” (América, Chivas, Cruz Azul, Pumas) mantengan nivel constante.
Por ahí Monterrey, Tigres, Pachuca, Santos o Toluca van creciendo en afición e influencia con su consistencia, sus millones de seguidores así lo piden y hasta exigen, desafortunadamente no se logra con los más grandes, excepción honrosa del…
América de hoy…
Que en los últimos años se ha convertido en el equipo más ganador de nuestra Liga MX.
El proyecto americanista se da con el golpe de timón que vino desde la oficina de Emilio Azcárraga en el relevo de Michel BAUER, por el grupo YON DE Luisa-Pepe Romano-Ricardo Peláez, cada uno en lo suyo, dejando de invertir a lo loco, haciéndolo ahora con talento probado en todos los rubros de cancha, jugadores y técnicos.
Así trajeron, desmantelando al Atlante a base de billetazos con la complacencia de la propia directiva azulgrana, a Miguel Herrera para hacerse cargo del equipo, “Moi” Muñoz, “Chepe” Guerrero, “Hobitt” Bermúdez, aunque éste último resultó un petardo, la camiseta del América le quedó muy larga y no por su estatura pequeña, sino por su chiquito corazón. El resultado fue el título por tanto tiempo añorado.
La continuidad de ese proyecto se puso a prueba cuando hubo que sacar la cara por nuestro TRI casi eliminado rumbo a Brasil 2014, Miguel se quedó en la Selección, Peláez regresó al América de sus amores y lo demás es ya historia de éxito.
Privilegiar el proyecto
La salida del “PIOJO”, con quién habían logrado “ese” título del 2013 fue una muy temprana prueba de fuego para el “proyecto América”, que perdió la final del siguiente torneo ante el León, sin embargo la continuidad cedió ante la tentación de la inmediatez, repatriando a Antonio Mohamed, que nos había inventado que buscaba un “Año Sabático”, renunciando a Xolos con quienes había alzado el trofeo de campeón.
El “TURCO” tiene diferencias con la directiva, se especula mucho, separa jugadores y aún así consiguen el título del Apertura 2014, el Azteca, hasta las lámparas festeja mientras que Mohamed recoge sus cosas para irse a Monterrey.
Ricardo Peláez se la juega con Gustavo Matosas, que a jalones y tirones los lleva al título de CONCACAF, mientras que en la LIGA MX son eliminados por PACHUCA en Semifinales, aunque ya para ese momento Matosas estaba reventado, presionado y fuera del Club América.
El riesgo ‘nacho’ Ambriz
La dupla Pepe Romano–Peláez se la juega con “Nacho” AMBRIZ, tremendo jugadorazo, líder en su etapa de jugador, que se la había jugado quemando naves para irse como auxiliar al Osasuna con el gran “Vasco” Aguirre.
Años de aprendizaje y regresa a México seis años después tomando al San Luis, un ratito a Chivas y Querétaro, de donde sale para irse a la banca y de ahí es rescatado por el América.
El riesgo fue mayúsculo, “Nacho” no traía credenciales ni medallas, siendo cuestionado y juzgado, y hasta condenado en cada jornada incluso por la propia afición americanista, por esto el título de Concacaf es un auténtico Premio Mayor más que merecido por su trabajo, talento y perseverancia.
Una vez más el proyecto América muestra solidez, la institución por encima de proyectos individuales que deben sumarse y acoplarse precisamente a la institución.
Así las cosas pues, América entrega resultados con un proyecto firme, cosa que su acérrimo rival Chivas no ha tenido en la llamada “Década vergara”, empeñado en ser el que chuta y para los penaltis al mismo tiempo. Ahí les hablan Chivas. Así de fácil.