¿Era necesaria otra versión más de Batman? ¿Por qué DC Cómics prostituye una y otra vez a este vigilante de Ciudad Gótica?

Claroscuros

¿Era necesaria otra versión más de Batman? ¿Por qué DC Cómics prostituye una y otra vez a este vigilante de Ciudad Gótica? ¿Acaso no hay otra carta fuerte bajo el brazo de esta empresa de entretenimiento? Estas preguntas no puedo responderlas, no tengo una solución a los mencionados cuestionamientos, a estas incógnitas, enigmas, acertijos. Lo […]

¿Era necesaria otra versión más de Batman? ¿Por qué DC Cómics prostituye una y otra vez a este vigilante de Ciudad Gótica? ¿Acaso no hay otra carta fuerte bajo el brazo de esta empresa de entretenimiento?

Estas preguntas no puedo responderlas, no tengo una solución a los mencionados cuestionamientos, a estas incógnitas, enigmas, acertijos.

Lo que sí puedo decir es que The Batman tiene claroscuros, momentos de lucidez y de sombra, de emoción y parquedad. La historia creada por Matt Reeves para la pantalla grande es sobresaliente en guión, pero no todo es perfecto para el Hombre Murciélago.

Aciertos. Que el largometraje presenta a personajes humanos, de carne y hueso, que no están caricaturizados, algo similar (ojo, no igual) a lo que hizo Christopher Nolan con su trilogía, pero esto tampoco quiere decir que lo hecho por Reeves sea superior, es diferente y para otro tipo de público.

También hay que tomar en cuenta que este es un Batman joven, como nunca lo habíamos visto, apenas tiene dos años apareciendo en Ciudad Gótica, por lo que todavía debe de aprender. Es una versión “sucia”, a la que le falta madurar, y esto se refleja en su alter ego Bruce Wayne, quien no sale de su post-adolescencia y sigue molesto con la sociedad, ni siquiera ha tenido la oportunidad de pensar en convertirse en el playboy seductor que despilfarra el dinero de su herencia familiar.

Algo que también es majestuoso de esta nueva versión es que Ciudad Gótica es una metrópoli monstruo, como si lo que plasmó Tim Burton en 1989 hubiera rendido frutos en una urbe en vías de estar enferma, hacinada, gentrificada, asfixiada por toda la corrupción que la circunda; es un lugar que ya no puede más y pide a gritos ser salvada.

Y el punto aquí es que Batman, interpretado por Robert Pattinson, es tan joven que no puede con esta carga, y él lo sabe, por ello ahora se apoya (lo que nunca antes se había visto ni en los cómics ni en las películas) en un Teniente -sí, teniente, no comisionado- Gordon, quien también apenas está ascendiendo en las filas podridas y burócratas del sistema policiaco de Gótica.

El villano principal, el Acertijo, tiene una presencia y peso dramático nunca antes visto, deja de ser un personaje menor para graduarse como terrorista/asesino serial, algo que en verdad da escalofríos sólo de ver sus secuencias a cuadro. Paul Dano es el actor que le da vida y lo hace impecablemente.

Otro antagonista en ascenso es El Pingüino, quien seguro tendrá peso a futuro, y en eso es en lo que hay que pensar, en qué pasará después con la franquicia, si logran sostener un arco argumental que sea genuino, y para quienes ya estamos hartos de la sobreexplotación del antihéroe oscuro, nos logre convencer su siguiente hazaña. Por ahora, sólo queda apreciar esta versión Rembrandt/Caravaggio de Batman.

*La opinión expresada es responsabilidad del autor y no representa la posición del medio.

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