Como los cangrejos

A medida que pasan los días y se acercan las “fechas fatales” la discusión de las leyes secundarias de las reformas, en lugar de avanzar, retrocede. 

Esta vez, por culpa de los senadores priistas que, aunque ahora se arrepientan, fueron los que se levantaron de la mesa de discusión de la reforma político electoral. 

Para el senador perredista Luis Sánchez, una buena parte de la culpa de este atorón es responsabildad directa del senador priista David Penchyna. 

Según el senador Sánchez, el senador Penchyna “es un gran caballero, pero es un pésimo ciudadano y un peor legislador”. 

Al perredista solo le faltó decir que el hidalguense, como negociador, es un fracaso. 

Para acabarla de amolar, al coordinador de la bancada priista en el Senado, Emilio Gamboa, se le ocurrió condicionar la reanudación de la discusión de la reforma política a que se “respeten” los avances logrados, tomando como referencia el documento base que se presentó hace un mes. 

Operadores inoperantes

Todo indica que los operadores del presidente Enrique Peña Nieto no le están dando la debida atención a las voces que se han venido expresando en contra de la reforma en telecomunicaciones. 

Si bien es cierto que al principio de la discusión el senador panista Javier Corral parecía solo una voz que clamaba en el desierto, también lo es que cada vez son más personajes los que se suman a las expresiones y acciones de inconformidad en contra de las reformas a las leyes secundarias Telecom. 

Por ejemplo, no había ninguna necesidad de que se les impidiera el derecho a manifestarse pacíficamente a los que, como el senador Javier Corral, y otros, intentaron hacerlo el sábado. 

Debatirán solo por internet

Vaya usted a saber por qué Gustavo Madero, o la Comisión Organizadora de las elecciones panistas, no quisieron que el debate se hiciera frente a las cámaras y micrófonos de la Cámara de la Industria de la Radio y Televisión, sino nada más por internet. 

Y es que en este caso tiene razón Ernesto Cordero al criticar la decisión de la Comisión Organizadora panista, por evitar que se difunda el debate con Madero. 

Ya son santos 

Pésele a quien le pese, Juan Pablo II, y Juan XXIII, fueron canonizados ayer en Roma. 

Más allá de unos cuantos que de buena o mala fe criticaron la decisión, lo cierto es que para millones de católicos y no católicos, estos dos personajes representan una fuente de inspiración.