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En una pieza magistral de cinismo y arrogancia, desde lo más alto del control absoluto que ejerce sobre el archimillonario mundo del “Futbol Universal”, el suizo Joseph Blatter, reelecto y eternizado como presidente de FIFA, abre el Congreso General con el tema de la corrupción que se da no solo en el amaño de algunos partidos que tristemente se han dado, ó en el a veces tenebroso mundo de las apuestas. Blatter juega de maravilla su rol de hacer como que a su oficina nunca ha llegado nada, ni un dólar mal habido, como que “La Virgen le habla”, poniendo cara de sorpresa y hasta indignación cuando se habla de sobornos o compra de votos para torcer, por ejemplo, las sedes mundialistas próximas en Catar y Rusia, literalmente sacadas de la chistera no de algún mago importante o de David Coperfield, sino de las intrigas palaciegas de la FIFA.
‘Inocencio’ Blatter
Sus padres se equivocaron, en lugar de llamarlo Joseph debieron ponerle “Inocencio” al buen Blatter. Catar y Rusia ganaron, según sus palabras, después del maquiavélico proceso de elección, sin cuestión, su derecho a ser sede mundialista no obstante las evidentes muestras de sorpresa y disgusto entre varios miembros de la propia FIFA, principalmente los europeos, baste recordar que Blatter precipitó la elección de las dos sedes en “fast track”, desconociendo los “pactos de caballeros” que se acordaron cuando Estados Unidos e Inglaterra dieron paso a la candidatura, también muy embarrada por parte del gobierno sudafricano y algunos privilegiados más, de dólares y euros.
El Gobierno sudafricano necesitaba de un impulso populista y nada mejor que la incertidumbre, candidatura y festejo por organizar un Mundial sin importar el costo social y fuga de muchísimo dinero no solo en “cochupos” y sobornos, sino en el dispendio local a niveles insultantes.
El descaro en Sudáfrica
Finalmente Sudáfrica organizó un Mundial a cualquier precio, altamente emproblemado, desordenado y con sobre costos tan grandes como los inútiles estadios construidos “ in the middle of nowhere”, en la mitad de nada, y que siguen ahí como Elefantes Blancos, como “Monumentos a la Corrupción y el Despilfarro”, en un país tan necesitado de todo.
El grupo en el poder en Sudáfrica supo utilizar como trampolín los casi cinco años previos al evento, a tal grado fue esta descarada manipulación y aspiradora de dinero que el mismo Nelson Mandela no quiso aparecer, sino hasta la clausura, y esto muy a fuerzas dando la vuelta en un carrito eléctrico.
El culto al cinismo
En aquél entonces, Joseph Blatter montaba el show visitando a Mandela en su casa, tomándose fotografías, festejando su jugada maestra al ritmo de las chocantes Vuvuzelas,afortunadamente hoy prohibidas después de ser toleradas en Sudáfrica, claro, con una venta super millonaria.
Hoy Mr. Blatter emplea la misma táctica, como Pilatos se lava las manos, solo que en este caso, al mostrarlas intentando justificar o hacerse el que no sabe nada, le aparece más mugre.
Eso de decir que a los que no quieren el Mundial en Catar es porque dan señales de discriminación es más cinismo que cuando señaló que se estaba dando cuenta que en Catar en verano, la temperatura alcanza los 45 grados, como si eso no se supiera desde hace miles de años.
Luego dice que hay una Comisión de Ética que en octubre dará su veredicto con aquello destapado por el Daily Telegraph de Inglaterra, en cuanto a los sobornos a miembros de FIFA para torcer su voto por Catar y Rusia en lugar de Estados Unidos e Inglaterra, como se había sondeado.
Hoy los patrocinadores más importantes encabezados por McDonalds, Budweisser y Hyundai, no solo piden, sino que exigen explicaciones a todas estas circunstancias que embarran a la FIFA y sus dirigentes con sobornos multimillonarios venidos de los Gobiernos involucrados.
La sombra De Havelange
El brasileño Joao Havelange, a quién se debe junto con DON Guillermo Cañedo el boom del futbol asociado con la Televisión – Mercadotecnia – Patrocinios , dejó la presidencia de FIFA en 1998 después de más de 20 años de gobernar a nivel dictatorial el intrincado y cada vez más multimillonario mundo del futbol.
A tal grado llegó el control y la influencia de Havelange, que logró que se le diera estatus de Jefe de Estado en las sedes mundialistas.
Don Joao deja el camino pavimentado a quién sería su sucesor natural, el entonces Secretario General Joseph Blatter, siempre en segundo plano detrás de su jefe Havelange en este tan sabido tema político de “Ahí me cuidas las espaldas”.
Los años pasaron y la sombra de Havelange seguía pesando en FIFA, una especie de Maximato, no solo por su fuerte personalidad, sino por su incuestionada influencia con varios miembros de FIFA, que le debían sus posiciones y fortunas.
La corrupción, componendas y triquiñuelas no son solo privativas de la larguísima administración Blatter, quizá viene de siempre, pero es de unos 30 años para acá cuando los millones en derechos y patrocinios crecen de forma exponencial, así que cuando comienzan a aparecer demasiados “cochupos” evidentes y descarados desde hace algunos años, Blatter se confabula para atacar , exhibir y fulminar a todo lo que tuviera que ver con Havelange y a su exyerno Texeira, mandamás del futbol brasileño por varias décadas, para sacarles a la luz pública no solo las millonarias cuentas en Suiza, sino el origen ilícito de algunos de esos fondos.
Vamos, le sacan los trapos al sol, la FIFA en pleno se rasga las vestiduras y los acusan, juzgan y expulsan con dedo flamígero
En cabeza ajena…
Nadie experimenta, y así unos meses después, sale a la luz la descarada corrupción, pillerías, mangonerías y muchos millones de dólares de la mancuerna que por dos décadas manejó a su antojo a Concacaf, el trinitario Jack Warner y el enorme ( por su exceso de peso ) norteamericano Chuck Blazer, ambos metidos hasta el cuello en dos temas sin cuestión, el estar confabulados en un golpe de Estado para echar a Blatter y así apoderarse junto con un grupo asiático del control de FIFA y, por supuesto, en fraudes, “cochupos”, desvíos.
Cobros innecesarios por derechos de piso, venta chueca de boletos en Mundiales y otras linduras como aquella de cobrar una cantidad estipulada en los contratos cada vez que México jugara uno de sus muchos partidos moleros en territorio de Estados Unidos. Ese dinero iba derechito a las cuentas de Blazer, al fin y al cabo estaba en el contrato de los promotores, todo esto suma muchos millones de dólares,.
Blatter lo sabe pero hace como que voltea para otro lado, hasta que enterado del golpe bajo, manda a sus testaferros a que los exhiben y ¡pum! Para afuera.
Así las cosas pues, aún y a pesar de haberlo prometido, Joseph Blatter no se retira, va por otro período de cuatro años a partir de hoy, eso sí, promueve un estatuto para que el presidente de FIFA no tenga derecho a reelegirse por un tercer período, claro, después de la Administración que el propio Blatter preside, finalmente Joao Havelange podría decirle hoy a quién fuera su incondicional Secretario y adulador, a quién no se tentó el corazón para traicionarlo: Joseph “Inocencio” Blatter:” Como te veo, me viste y como me ves… te verás” … Así de fácil.
¿Por dónde vamos a entrar?
Las obras aquí en Natal siguen avanzando a todo vapor, solo que no habrá tiempo para terminar siquiera algunas de las vilaidades que desembocan en el Estadio que se localiza muy cerca del Centro de la Ciudad.
No hay milagros, ya hoy el caos fue impresionante, el jueves entrena aquí el TRI, el viernes es el partido, más de 40 mil esperamos llegar a tiempo, claro, para el Comité Organizador con que lleguen los dos equipos y los árbitros es suficiente, los de la luz, el agua, mantenimiento, jardineros no es problema, ellos ya están aquí hasta el sábado.