HMD es la casa de los teléfonos Nokia. Es la empresa que pudo rescatar el espíritu de una compañía que reinó en la industria de la telefonía durante varios lustros. La semana pasada presentaron su equipo Nokia 5.4, que se trata de un teléfono con pantalla HD+ de 6.39” y procesador Qualcomm Snapdragon 662 con inteligencia artificial; viene con una configuración de memoria de 4GB RAM y 128GB interno.
En cuanto a las cámaras nada mal: la principal cuádruple de hasta 48mpx, graba video en modo cine a 24 cuadros por segundo, formato 21:9, estabilidad de imagen, audio espacial OZO y reducción de ruido. Si nos ponemos más técnicos, tiene Android 11, tres años de actualización mensuales y dos de actualizaciones de Sistema Operativo. HMD promete que el Nokia 5.4 resiste el peso de un niño de 10 años y tiene un precio promedio de 6 mil pesos.
Si lo vemos a simple vista, no se ve nada mal. De hecho, de no ser por el procesador, estas características podrían parecer las de un equipo de gama media, tirando a alta. Y, ojo, no es que el procesador sea malo; sin embargo, Qualcomm ya está trabajando con generaciones y potencias mucho más altas en otros equipos.
El punto con todo esto es, ¿volverías a comprar un equipo Nokia? Si esto lo hubiera preguntado en 2004 seguramente la respuesta sería un rotundo sí. Pero a partir de abril de 2010 el interés del público fue disminuyendo de manera gradual y considerable, pasando la estafeta a firmas como Apple, Huawei o Samsung, quienes han dominado la gama media y alta.
La estrategia de HMD con Nokia había sido clara: lanzar equipos de bajo costo para atacar a mercados emergentes, así como a sectores del público que les permitirán ir construyendo una nueva base instalada de usuarios. Empero con este Nokia 5.4 parece que está dando un segundo paso, dándole un nuevo episodio a los usuarios que volvieron a confiar en ellos y dando una nueva opción a los que quieren un equipo con buena cámara y a un precio accesible.
Pero…si sólo importara la marca, ¿comprarías un equipo Nokia? Indudablemente, la marca Nokia es muy importante y su nivel de recordación es impresionante; sin embargo, las marcas deben mantenerse con acciones que las vuelvan trascendentes. Creo que es justo eso lo que están comenzando a hacer HMD: buscando elementos que le permitan a la gente sentirla cercana y orgullosa de su equipo. Equipos como la serie N, el N-Gage o el Lumia 1020. Productos que marcaron un hito en la historia de la telefonía móvil.