La Femexfut se ha opuesto, en algunas ocasiones con maniobras truculentas, otras más en lo oscurito, luego de forma velada y otras muy pocas de forma directa, a la formación de un sindicato de futbolistas.
Y más allá de esta aberración medieval de desconocer y hasta impedir al gremio de futbolistas el unirse de forma legal con derechos y obligaciones, la llegada de un alto Comisionado al estilo NFL, MLB o NBA surgido de la propia Asamblea de Dueños, que regule con criterio imparcial y apegado a reglamentos el diario ir y venir de la Liga Profesional.
Lo del Comisionado podría darse o no cuando se elige a un presidente de la Liga MX con funciones limitadas en las cuestiones más complicadas, dictar justicia en temas que rebasen a la Disciplinaria, limitada a los temas de cancha.
El tema del Sindicato sí es una tremenda limitante a los derechos y obligaciones de una representación legal.
El día que los dueños del balón se atrevan a dar el paso, todos creceremos en responsabilidad y profesionalismo al tener los propios dueños un interlocutor al que se le puedan reconocer sus derechos y exigir sus obligaciones, acabando de un golpe con las dudas y ambigüedades en la relación Femexfut-Jugador, la actual Comisión del Jugador es solo una caricatura .
Castigo desproporcionado
Como ejemplo puntual, nos vamos a la NFL, la “Liga casi perfecta”, en el tema específico del castigo impuesto por el Comisionado Roger Goodell a Tom Brady, por aquellos balones a los que se les sacó aire para, supuestamente, ser más controlables por el quarterback en la victoria por paliza (45-7) de los locales Patriots sobre los Indianapolis Colts en las condiciones críticas de nieve, hielo y frío el pasado 18 de enero.
La investigación de la oficina del Comisionado señala que casi todos los balones no alcanzaban el inflado reglamentario, Goodell se reúne con los directivos de los Patriots y algunos jugadores, la responsabilidad, según el Comisionado, apunta a Tom Brady.
Después de negociaciones llevadas en ambiente de “Buena voluntad”, los Patriots y Brady aceptan cierta responsabilidad limitada, lo que es utilizado por Goodell para ordenar castigos desproporcionados, multa al equipo por UN Millón de dólares y pérdida de tres selecciones colegiales futuras al equipo, además de una suspensión de cuatro juegos a Tom Brady, esto basado en una investigación de 250 páginas cuya conclusión es “más probable que no”, el que personal de los Patriotas hubiera inflado los balones con menos presión para poder sacar ventaja.
Cinco millones de dólares…
Han invertido en este jueguito del llamado “deflagate” las partes involucradas.
El ego del Comisionado lo ha llevado a aferrarse imponiéndole castigo al equipo más ganador de los últimos años y al jugador MÁS mediático, argumentando en ese mensaje nada sutil, que para la justicia NFL todos son iguales y así fortalecer su endeble reputación, poniendo una cortina de HUMO a los asuntos realmente SERIOS en los que su tibieza lo exhibió.
La NFLPA se ha subido al juicio y presume músculo lanzando a sus agremiados el mismo mensaje: “Los derechos de los jugadores son intocables, todos ellos son igualmente importantes para el Sindicato”.
Así las cosas pues, parece que el Comisionado Goodell ha lanzado un boomerang de 5 millones de dólares que le reventará entre los dientes, pero esta aparentemente estúpida novela apenas comienza… Así de fácil.
Interviene el sindicato
El Sindicato de Jugadores de la NFL (NFLPA) acude en ayuda de su agremiado Tom Brady, solicitando a su contraparte, el Comisionado de la NFL Roger Goodell, un arbitraje neutral para evitar ser juez y parte.
Goodell se opone en una maniobra ridícula, inflando un caso que pudo resolverse sin tanto ruido con un solo objetivo, fortalecerse ante los dueños y ante la opinión pública después de sus graves errores en temas de violencia familiar en varios casos puntuales, en donde se comprobó haber actuado con tibieza y desechando pruebas que más adelante resultaron contundentes para la justicia de los Estados Unidos.
La NFLPA echa a andar también su maquinaria de abogados especializados, que han llevado a la corte el caso en cuya primera audiencia el juez local le solicita a la NFL pruebas más contundentes para justificar el castigo al jugador, suspendiéndolo temporalmente de su derecho al trabajo.