Una alianza es más sólida
si los aliados
confían los unos en los otros.
Friedrich Nietzschze
Date un tiempo para reflexionar.
El propósito que anima escribir este breve ejercicio de reflexión y análisis es provocar en las personas interesadas que la sociedad sea cada vez mejor, un “darse cuenta” de lo que pasa actualmente y de aquello que podría suceder en el país con o sin la intervención ciudadana.
El futuro individual y colectivo no brota de la nada. Los próximos escenarios tendrán impacto y consecuencias en la vida de todos los habitantes del país. El porvenir será resultado de lo que hoy se hace o deja de hacer.
El futuro próximo del Estado de México y Coahuila por su importancia estratégica, provocarán impactos nacionales de toda índole.
El involucramiento ciudadano en las decisiones fundamentales de los gobiernos como de los partidos para elegir gobernantes, no es derecho reservado a políticos de cualquier signo, por tanto, los ciudadanos, deberán ejercer la parte que les obliga por beneficio propio.
Los ciudadanos con su participación activa o nociva indiferencia, son y serán factor determinante en los próximos resultados electorales, pero no solo eso, serán beneficiarios o victimas, del tipo de sociedad que vivirán mexiquenses, coahuilenses y mexicanos, en el futuro próximo.
Por otro lado, resulta palpable la fragmentación de la nación por distintas razones. Entre las que ahora destacan, condición social y preferencias políticas. Estos hechos generan una intensa polarización que a su vez provoca el debilitamiento de la fuerza nacional, así como del carácter progresista y libertario de los mexicanos.
Esta situación tristemente desemboca en peligrosas confrontaciones.
Mientras la población en términos generales se ocupe mas en identificar diferencias, que encontrar coincidencias, alentando resentimientos y fusilamientos aún cuando sean en sentido figurado, el peligro de empeorar la las condiciones sociales que prevalecen, mas aún considerando factores como anomia, odio y atraso, el daño será perdurable.
Lamentablemente, el impacto negativo que provoca la situación actual entre la población es preocupante, en tanto que, quienes, al no encontrar salida a su frustración, experimentaran mayor violencia social.
Hace años conocí una metáfora que indica que, en la vida según tu elección, puedes decidir entre vivir viviendo a perder-perder, perder-ganar, o ganar-ganar. Por ejemplo, en la batalla electoral que se aproxima en 2023 para el Estado de México y Coahuila, la oposición nacional deberá considerar seriamente, participar con la «convicción» de ganar-ganar, porque de lo contrario, subir al rin con mentalidad derrotista, el resultado sería la «crónica anticipada de un perder-perder».
A los involucrados en el propósito de conseguir lo mejor para el estado, les debe apremiar fortalecer la alianza desde sus cimientos, más allá de resolver quien sea el ariete. Lo prioritario es y será responder a las aspiraciones de justicia, seguridad y bienestar de la sociedad.
Los lideres del PAN, PRI, PRD, juntos, así lo han demostrado, son competentes para triunfar. Mejor aún, considerando MC como aliancista el proyecto será poderoso.
Con la suma de las distintas expresiones de la sociedad civil, ONGs, APNs, ACs. Organizaciones Sindicales, Empresariales, Comerciantes, Estudiantes, Académicos, Frentes Vecinales, amas y amos de casa de Conciencia Activa etc., el resultado proyectado para junio del 2023 definitivamente será saludable.
Para los mexiquenses y coahuilenses que no están dispuestos a dejar a la deriva el futuro de sus hijos, la consigna es; inclusión, integración, responsabilidad social, contribución de voluntades y esfuerzos, activismo para convencer y sumar, inspirados todos en asegurar el mejor futuro para la juventud.
Quedar atrapados en el proceso de selección, entre filias y fobias, votos y vetos, por si fuera poco, restando aún mas, con la ruptura de lideres y actitudes exclusión-istas, los aliancistas, estarán firmando anticipadamente la sentencia de su derrota.
Generar compromisos, definir claramente objetivos y responsabilidades, convencer involucrados y ciudadanos de los propósitos del proyecto, de los sacrificios requeridos y de los beneficios conquistados para las presentes y futuras generaciones, darán certeza en el rumbo y poder para alcanzarlo.
Por ejemplo, para mis queridas amigas y amigos mexiquenses, aspirantes, por orden alfabético; Alejandra, Ana Lilia, Enrique, Laurita, (si omito algún nombre será por ignorancia) la prioridad de la alianza no solo es quién la encabeza, son los acuerdos que anteceden a su constitución, integración de gobierno, propuestas, políticas públicas de interés común entre aliancistas y sociedad.
Este ejercicio no es una lucha de vencidas, tiene que ver con «la parte más pura de la política; el arte de la conciliación y el entendimiento, hacerlo con maestría para construir grandes acuerdos, que otorguen beneficio integral a los mexicanos. «Éste es el Gran Desafío».
Entiéndase bien que la coalición, no son simplemente documentos que se firman. De no cuidarse el proceso, existe el peligro también, de ser el «triste y doloroso registro del parto de un producto que nació muerto».
«La alianza deberá nacer viva, vibrante, convincente».
Los ciudadanos requieren confiar en la alianza, tomarla como alternativa real, para asegurar el digno bienestar de sus hijos. Por tanto, intolerancia e incapacidad para construir acuerdos, es inaceptable.
Esta alianza ciudadana, deberá ser reconocida y respaldada por las militancias de cada partido, de cada organización involucrada, por el conjunto de la sociedad plural, diversa, demandante de Conciencia Activa.
Por otro lado, vale la pena reconocer responsablemente que este escenario no se dará por arte de magia.
Requiere de algo muy importante, que se ha olvidado considerar y poner en práctica: «operación política».
Por último, «no se aceptan berrinches ni traiciones», porque de darse alguna, a quien estarán traicionando, no será a los aliancistas, a quienes perjudicarán severamente será el futuro de sus propios hijos. Incluyendo el de mostrar a la sociedad, que no eran dignos de su confianza.
Nikita Khrushchev siendo secretario general del partido comunista de la extinta URSS, declaró «los políticos son siempre igual que todos, prometen construir un puente, incluso, donde no hay rio». Está afirmación explica por si sola, el porqué, del resentimiento de grandes sectores de la población contra la política y la democracia, hecho, que ha dado paso al surgimiento de gobiernos autócratas y autoritarios en el continente y en el mundo.
La responsabilidad de los aliancistas es inmensa, «el fracaso no es una opción» luego entonces, no hacer bien las cosas, sería condenar a la sociedad, irremediablemente, a un futuro no deseable.
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