Contra orden

Todo apunta a que el exsecretario particular de Felipe Calderón, Roberto Gil, recibió una contraorden de última hora del general Calderón para que no haya rendición.

Contrario a sus declaraciones del lunes, el vocero de Felipe Calderón volvió a la carga contra las huestes maderistas.

En el reinicio unilateral de hostilidades, el senador plurinominal la emprendió ayer contra el senador José María Martínez, acusándolo de no aceptar el estatuto aprobado por los calderonistas.

Para completar el cuadro, al senador Roberto Gil se le ha encomendado la misión imposible de vender la percepción de que Felipe Calderón no tiene nada qué ver con los conflictos por los que atraviesa Acción Nacional.

Según Gil, el expresidente vive alejado en un plácido retiro en Boston.

¿Habrá alguien que le crea eso a Roberto Gil?

El revire

El senador Javier Corral no se quedó con los brazos cruzados, y ayer mismo reanudó el contra ataque con la impugnación legal del estatuto calderonista, ante la mesa directiva del Senado.

Habrá que estar muy atentos de la resolución. Y más aún cuando el responsable de repartir el dinero a las fracciones parlamentarias, se rehusó a obedecer la instrucción de Ernesto Cordero para entregar a los calderonistas lo que le corresponde en derecho recibir al coordinador de la bancada del PAN Jorge Luis Preciado.

Un mes y nada

La imagen del jefe de Gobierno del Distrito Federal está sufriendo un desgaste tremendo.

Y no solo porque después de transcurrido un mes de la desaparición de 12 personas, su gobierno no ha dado pie con bola en el caso de los desaparecidos del Heaven, sino también por las desafortunadas explicaciones que Miguel Ángel Mancera ha venido dando.

¿De qué sirve, por ejemplo, que el jefe de gobierno diga que jamás se había enfrentado a un caso como este?

Lo que necesita Mancera urgentemente es encontrar a los desaparecidos.

De otra manera, lo que desaparecerá es su imagen en las encuestas.

Lo desahuciaron

Al exgobernador Andrés Granier fue desahuciado ayer, pero no por su cardiólogo, sino por sus todavía compañeros priistas.

En lugar de hacer lo que Madero hace con Yunes, la secretaria general del PRI, Ivonne Ortega, pidió que los tribunales hagan justicia, sin importar si se trata de un priista.

Seguramente la exigencia será más vehemente cuando le llegue el turno a Juan Sabines, el exgobernador de Chiapas.