Les saludo desde Acapulco, todavía estoy aquí, a lo mejor soy el último que regrese, estoy observando a todos los que van a regresar a México, pero bueno con mucho cariño y con mucho entusiasmo.
Observaron ustedes, y sino aquí se los vamos a presentar, el saco, la camisa y la corbata que utilizó “Marquito” Fabián en su presentación con el Frankfurt Eintracht. Si no lo observó, obsérvelo usted detenidamente. Parece que su representante, si es que es él el que le compró ese traje, es su peor enemigo para vestirlo así.
Sería también que el primo que le prestó ese traje era el único que tenía, o parecería que los Reyes Magos no le trajeron ningún traje. Sabemos que con el sueldo que gana Marco Fabián podría cerrar una tienda de esas y comprarlos todos pero ahora sí que aquí le falló.
Este parece fake, parece falsón, pero vamos a ver el otro uniforme que sí le debe quedar a Marco Fabián, el uniforme de este equipo el Frankfurt Eintracht, ciudad hermosa, maravillosa, una de las ciudades más importantes de Alemania, le diría que tiene el aeropuerto más importante de Alemania y uno de los dos o tres más importantes de todo Europa. No es casualidad que Lufthansa tenga ahí su base principal.
Frankfurt Eintracht está en problemas de descenso. Cuál la diferencia o dónde se tiene que adaptar Marco Fabián, igualito a lo que hizo Javier Hernández. Ya no se trata de jugar para una figura ni se trata de pensar que Marco es una figura. Es uno más que tiene que ganar el puesto.
No es el que va a lucir, no es el que va a ser el “tru-tru”, no es el “Marquito” Fabián que conocemos que si se va de parranda, lo ocultan. “Chicharito” ya lo hizo y lo hizo muy bien, se adaptó a un equipo, más que el equipo se adapte a una figura, que no era “Chicharito” en Manchester United, Real Madrid, que están llenos de figuras; que no era “Chicharito”.
Ahora él entiende esta parte, no solamente entiende sino disfruta. No solo disfruta sino está cumpliendo su obligación. Goles, pases. Si usted observa a “Chicharito” ya hasta le reclama a los árbitros.
Es el mismo tema, no el de reclamarle a los árbitros, sino que Marco Fabián tiene que llenar ahora en el Frankfurt Eintracht, un equipo que está hoy en zona de descenso, que trae dos o tres refuerzos y que espera que Marco Fabián, una ganga de cuatro millones de dólares comparado con los ocho que pagó Guadalajara al Carlos “Gullit” Peña, pero esa es otra cosa.
Yo espero que se haga una coperacha por ahí para regresarle ese saco al que se lo prestó, que qué mal, y que el uniforme que le quede sea el del Frankfurt, entonces sí Marco Fabián cambiará el switch y nuestra Selección Nacional ganará a un jugador como Marco Fabián hasta hoy “Marquito” Fabián.
Señor representante, o el primo que le prestó ese saco, ¡no le queda esa ropa! ¡no sean gachos! Así de fácil.