Que la semana pasada fueron diputados del H. Congreso local a la Ciudad de México para visitar la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Su objetivo: ganar tiempo.
Llegaron preocupados, porque los legisladores de ésta y de la anterior legislatura de Nuevo León están en desacato ante una orden de la máxima autoridad judicial del país.
Se trata de una sentencia de la Suprema Corte de junio 2012 y que venció su plazo de cumplimiento el 23 de diciembre pasado.
En ella ordenan al Congreso expedir una nueva ley que regule la creación de un órgano que permitiría Al Municipio de San Pedro independizarse del Tribunal Contencioso Administrativo del Estado.
Y si se trata de desacato, ante la Corte no hay fuero que valga e irían todos los diputados al bote, según el Artículo 107 Constitucional.
Por eso fueron a ganar tiempo, porque nomás no hay nueva ley.
Sí ganaron algo de tiempo, pero también vuelven nerviosos, porque se enteraron de que los magistrados José Ramón Cassío y Sergio Valls Hernández ya preparan un dictamen de inejecución por su desacato.
Esto sería el bote para los diputados, no hay más.
Dicen que ya consientes de esto, esperan que se publique el listado de la Corte sobre su inejecución, para sacar sobre las rodillas una nueva ley.
Imaginamos cómo les va a quedar esa regulación, si las que hacen con todo el tiempo siempre tiene hoyos.
Arellanes obliga a Protección Civil
Cuentan que luego del cierre de 10 casinos y dos clausuras a locales que ya estaban sin operar, desde el mismo viernes por la noche corrió un rumor en el Ayuntamiento regio.
Y era que el Juez Segundo de Distrito, Javier Rubén Lozano Martínez, ya había concedido una suspensión provisional contra la clausura de uno de los centros de apuestas.
Entonces desde ese momento y durante el fin de semana la alcaldesa Margarita Arellanes estuvo esperando que el Municipio fuera notificado.
Pero también estuvo dándole vueltas a cómo revertir la situación.
Cuando conoció que se trataba del Foliatti, instruyó a su secretaria de Desarrollo Urbano, Brenda Sánchez, para que solicitara al gobierno las inspecciones y los dictámenes de Protección Civil estatal respecto al casino.
Sánchez solicitó a través de oficio esta información al gobierno.
Pero cuando recibieron la solicitud en el Estado se prendieron los focos. No hallaban cómo responder el oficio porque no habían inspeccionado el lugar.
Un casino que fue reabierto en septiembre con cuatro pisos, más de mil máquinas tragamonedas, un restaurante y todo en una pulga donde ya las medidas de seguridad son bastante cuestionables.
Cuentan que en el gobierno ya no hallaban qué hacer.
Y no les quedó otra, más que apoyar a Margarita Arellanes y acudir a inspeccionar junto con la Marina y volver a cerrar el Foliatti.
No cabe duda que Protección Civil del Estado no aprende. No le sirvió de nada la experiencia del Royale. Jorge Camacho sigue sin hacer su trabajo de inspección.
Tuvo que exigir la alcaldesa Margarita Arellanes el apoyo e inspección, antes que Protección Civil hiciera su trabajo.