Credibilidad en picada
Si el comisionado presidencial Alfredo Castillo realmente quisiera servir al presidente Peña Nieto, debería renunciar al cargo cuanto antes.
Y es que a medida que pasan los días, la falta de credibilidad de Castillo empieza a hacer estragos la credibilidad del presidente.
Sus explicaciones, simplemente no se las traga nadie.
Redes de PoderSi el comisionado presidencial Alfredo Castillo realmente quisiera servir al presidente Peña Nieto, debería renunciar al cargo cuanto antes.
Y es que a medida que pasan los días, la falta de credibilidad de Castillo empieza a hacer estragos la credibilidad del presidente.
Sus explicaciones, simplemente no se las traga nadie.
No por nada, el coordinador de la bancada del PRI Manlio Fabio Beltrones ayer comentó que “hay asuntos que sí es necesario que se reflexionen, sobre todo el referente a este encuentro que (Castillo) tuvo con una persona con los antecedentes penales que ya se han publicado, que estoy seguro merecerá una respuesta más firme por parte del comisionado”.
El jefe de Papá Pitufo
Si había alguna duda sobre quién había dado la orden para destituir al doctor José Manuel Mireles como vocero de las autodefensas, Alfredo Castillo se encargó de despejarla.
Entrevistado por Carmen Aristegui, el comisionado Castillo admitió ayer que la destitución de Mireles se acordó en la reunión del 5 de febrero en Tepalcatepec, en la que estuvieron “El Abuelo” Hipólito Mora y Estanislao Beltrán, mejor conocido como Papá Pitufo.
El comisionado comentó que era muy importante que no hubiera dos versiones del registro de armas y de los “acuerdos”, ya que Papa Pitufo andaba diciendo que el “registro de armas” era puro teatro porque las armas que registraron eran puras “pistolitas”.
Por otra parte, Alfredo Castillo informó ayer en su nueva cuenta de Twitter que ya se han registrado mil 337 armas de fuego, aunque no dijo cuántas de esas armas eran “pistolitas”, cuántas AK-57 y cuántos Barretts.
Tampoco aclaró cuántas de las 892 tropas paramilitares que se dieron de alta como “guardias rurales”, son ejidatarios como lo exige la ley, y cuántos pasaron el examen de control de confianza.
La antireforma perversa
Cuatro de los senadores panistas que todavía toman en serio su investidura, presentaron ayer un punto de acuerdo para que el secretario de Educación, Emilio Chuayffet, explique cómo está eso de que las perversiones de la prueba Enlace obligaron a suspenderla.
Y es que Víctor Hermosillo, Juan Carlos Romero Hicks, Javier Corral y Ernesto Ruffo dicen que una cosa es la prueba, y otra muy diferente son los funcionarios que pervirtieron su aplicación, sin que hasta la fecha se sepa que la Secretaría de Educación haya hecho algo por sancionar a los perversos.