Mientras muchos le hacen a Javier Aguirre la costumbre atribuida a Pancho Villa: “Usté mátelos, luego viriguamos”, yo haría por él lo que por muy pocos, meter las manos al fuego por su probada honestidad, integridad, decencia de hombre bien nacido. No lo digo de oídas sino de los muchos años que llevo no solo de conocerlo, sino de sostener una extraordinaria relación de amistad pese a no vernos muy seguido.
Los japoneses se lavan la cara
Los directivos de la Asociación de Futbol de Japón (JFA) están en su completo derecho de buscar las alternativas convenientes para alcanzar sus objetivos, no solo de calificar a Rusia 2018, sino para el buen accionar de su selección nacional, alcanzando las metas que se han trazado al corto, mediano y largo plazo.
Están en la obligación de realizar las contrataciones adecuadas así como los despidos necesarios, tal y como lo hacen todas las demás en el planeta; incluidos nosotros.
Hasta ahí todo va bien. De hecho, Javier ya falló en su primera meta al corto plazo cuando la Selección de Japón fue eliminada en Cuartos de Final de la Copa de Asia por Emiratos Árabes Unidos. La peor actuación japonesa en este certamen tensó la relación con el “Vasco”.
El presidente de la JFA, Kuniya Daini, fue muy respetuoso, como mandan los cánones, al referirse a Javier en la rueda de prensa efectuada en Tokyo, rematando con un contundente: “Lamentamos que esto tenga que acabar así. Pero tenemos que dar prioridad al equipo”.
Elegantemente el señor Kuniya evita el tema del famoso y lamentable caso de probable amaño de un partido en la liga de España, cuando Javier dirigía al Zaragoza que enfrentaba al Levante con la necesidad de ganar para salvarse del descenso. Fue en mayo de 2011, hay 41 personas citadas por este caso el próximo 25 de febrero en Valencia, Javier es uno de ellos, habría que puntualizar que…
Es testigo, es investigado, pero no acusado
Hasta el día de hoy el “Vasco” es uno de los investigados y se presentará junto con sus abogados en calidad de testigo, no de acusado, como mañosamente o por injustificada ignorancia algunos ya lo consideran.
Es más, en muchos otros ya ha pasado de “acusado” a “condenado” sin que aún se haya cerrado la investigación y mucho menos llevado a cabo el juicio condenatorio para los probables culpables.
Javier respondió tajante en rueda de prensa en Japón en diciembre: “Llevo 39 años en el futbol profesional y en ellos no tengo ninguna mancha en mi carrera. Pueden estar seguros de eso.
“Nunca supe de nada que contraviniera los intereses de la ética y del profesionalismo. Nunca nadie me ha regalado nada ni quiero que lo hagan”.
Antes se había reunido en privado con los miembros de la JFA cuyo abogado Yutaka Miyoshi comentó al respecto: “Me dijo que estaba muy enojado (por las acusaciones), pues nunca haría este tipo de cosas como entrenador profesional”.
Será un juicio ideal para el morbo
El juicio en Valencia promete ser un escándalo de gran magnitud y cobertura mediática.
En ese juicio habrá para todos, desde la crítica honesta, bien fundamentada, hasta para esa que enciende el morbo y el escándalo que acusa y juzga sin medida, con el solo objetivo de hacerse llegar al auditorio, de los que busca sacar sangre a cualquier precio.
Será también un caso muy mediatizado y hasta politizado, el futbol es hoy en España un caso de excepción con las cifras fantásticas y astronómicas que se manejan en salarios, traspasos, premios y patrocinios, cuando el trabajador promedio español sufre estrechez y desempleo.
Un amaño de estas proporciones, si se comprueba, será castigado con la severidad que merece.
El tema es que en lo que se realiza el juicio será la especulación y el escándalo los que gobiernen.
Los acusados que resulten exonerados saldrán manchados de todas formas, por esto la importancia de que el “Vasco” haga todo para ser solo testigo y no acusado.
Este largo y fastidioso proceso de armar el caso y luego el eventual juicio lo tendrá ocupado y hasta preocupado por largo tiempo.
Los directivos de la JFA están en buen tiempo de encontrar otro técnico, quizá con menos dinero del que le pagaban al “VASCO” (2.5 millones de dólares por año).
Si después de este largo y desgastante juicio, repito, en caso de que Javier tuviera que enfrentarlo, sería muy complicado buscar otro técnico. Claro, además de ese fracaso en la Copa de Asia que seguramente influye en la decisión de removerlo.
Así las cosas pues, hasta hoy todo es especulación, caldo de cultivo ideal para amarillistas, vividores del escándalo y tira notas.
En mi caso creo, con bases firmes y desde hace largo tiempo, en la absoluta honestidad del “Vasco”. Así de fácil.